Con el fantástico marco del mendocino Teatro Independencia colmado de público, poco más de 60 aspirantes -entre ellos el sanjuanino Leandro Yáñez Espinosa, con una rutina de zapateo árabe- desplegaron sus habilidades artísticas, el martes pasado y hasta bien entrada la noche, en la primera grabación de la segunda temporada de "Talento Argentino", que se verá desde agosto por la pantalla de Telefé. Bajo la conducción del carismático Mariano Peluffo, la artista venezolana Catherine Fulop, el bailarín Maximiliano Guerra y el folklorista Kike Teruel (Los Nocheros), chequearon los sueños de niños y jóvenes cantantes, bailarines, malabaristas, magos y solistas de varias disciplinas, que ya habían superado una primera ronda de selección.

Todo ocurrió bajo un impresionante despliegue técnico y humano, con 3 camiones de exteriores (uno generador de energía), 8 cámaras móviles de TV y 64 personas entre técnicos, productores y asistentes, que llegaron a Mendoza para armar esta primera gran jornada selectiva. Apenas había comenzado a entibiar el sol cuando las veredas del Independencia se poblaron de familiares, amigos y simples admiradores que, munidos de pancartas, iban a apoyar a los suyos en el programa que continuará por Córdoba, San Luis, Neuquén, Rosario y otras ciudades aún no precisadas por el equipo de producción que dirige Ana Laura Deluso, junto al coach general Rodolfo Valss (también de Operación Triunfo).

Hacia el final de la grabación, se estimaba que unos 10 o 12 números seguirán compitiendo en esta suerte de reality que prevé la filmación de 20 capítulos más y la Gran Final en Buenos Aires.

Este año -explicaron los productores- se duplicó la participación de talentos del interior, que buscan un camino más corto para la realización de sus sueños artísticos. Como en la edición anterior, encabezaron los folkloristas -entre cantantes y bailarines-, seguidos de los adolescentes que abordaban el hip hop y danzas clásicas; y luego magos y malabaristas. El año pasado, en todo el país, la producción de la primera edición de Talento -que se erigió como el programa más visto de los domingos- llevó 200 artistas a cuartos de final y a 80 a semifinales, lo que implicó -según recordaba Deluso- haber congregado los sueños de más de 450 jóvenes sobre distintos escenarios de las ciudades más grandes del país.

"Con estos proyectos televisivos -como Talento y Operación Triunfo-, estoy descubriendo el talento increíble que hay en el interior del país. Además estoy convencido que lo importante de este tipo de propuestas, es llegar con la televisión a miles hogares argentinos mostrando no sólo las habilidades de los artistas, sino su idiosincrasia y la cultura de cada región", valoró Valss.

La voz del jurado

"Yo sé con la ilusión que los jóvenes se suben al escenario por primera vez, pero lo que tienen que comprender es que esta oportunidad es sólo un paso más para cumplir su sueño y nosotros lo que hacemos es ayudarlos. A los que no continúen, el consejo es que sigan creyendo en lo que hacen, que siempre hay una nueva oportunidad". Estas fueron las palabras de Cathy Fulop, quien en diálogo con DIARIO DE CUYO agregó que "sólo le pido a Dios que me ilumine para decir las palabras justas y no herir a nadie. Uno no le hace bien a nadie diciéndole que estuvo brillante cuando no fue así. Lo ideal es ir con la verdad, para abrirle camino para que más adelante le vaya bien en su carrera o lo que desee hacer".

En la misma línea, Maximiliano Guerra -el más duro a la hora de sentenciar-, explicó que "lo que buscamos es guiar a los participantes a que descubran sus talentos, y no es tarea fácil, no sólo para los chicos que se plantan en el escenario, sino para nosotros que a veces debemos ser duros en nuestras sentencias".

"Nosotros no somos los protagonistas del programa, sólo intentamos comunicar a los participantes desde nuestra humilde posición qué está bien y qué mal, y por supuesto cuando algo no nos gusta lo expresamos, a veces con nuestros rostros. Eso sí, siempre con el máximo de los respetos", acotó Teruel.

Simpáticos y dispuestos a la charla, antes de despedirse de DIARIO DE CUYO, los tres subrayaron que "esto es un programa de televisión y nada más. No presionen a sus hijos para brillar. Aprovechen la oportunidad y si no triunfan en ésta, la vida les dará otra".