Hace unos meses recibí una invitación al Ciclo de Cine del "Espacio Lacaniano' para comentar, desde una mirada "literaria', la película "Lars y la chica real'. Agradecido, me comprometí a verla, de ser posible, varias veces. Creo que lo más me atrajo de la película es su capacidad de sugerencia: cuenta una historia compleja de forma inteligente, con la dosis justa de humor, emotividad y dramatismo. Y además de eso, plantea una cuestión fundamental: la importancia del compromiso de la comunidad frente una situación problemática personal. Lars logra lidiar, desde su propias limitaciones, con heridas emocionales muy profundas. Pero jamás hubiera logrado nada sin un grupo humano dispuesto a luchar contra la lógica que suele rodear al enfermo: el aislamiento, la medicación, la solución rápida y externa. Esta es una excelente película para pensar en el rol de la sociedad en la salud individual. Y sobre todo, para disfrutar de una obra equilibrada e ingeniosa.