"El Pela" Gonzalo Romero llena teatros con sus conferencias, tiene 1,6 millones de seguidores en Instagram; lleva vendidos más de 100 mil ejemplares en Argentina, México, Chile y España de su saga "Basta de amores de mierda". En diciembre lanzará el sexto, "Mejor que curarse es no dejarse romper". Hoy "El Pela" se presentará nuevamente en San Juan, en Sala Z. En una charla con DIARIO DE CUYO habló de sus inicios y analizó su éxito. Se asume un artista difícil de clasificar, algo que celebra para "no tener etiquetas". Admira a Martín Bossi, a quien considera su amigo, le resbala lo que otros famosos piensen de él y asegura que no va a la televisión "porque es un ambiente muy falso". Asegura que aún lo sorprende su fama, que no quería ser escritor, pero cuando un texto suyo se viralizó dejó un excelente puesto como supervisor de una financiera, para lanzarse al ruedo. "La apuesta salió bien, podría haber salido mal, pero el que no arriesga no gana", aseguró. 


-¿Cómo analizás el suceso en el que te has convertido?
-Cuando arranqué pensé que iba a servir de algo y cada vez hay más relaciones tóxicas que no tienen que ver con una charla sino con la población mundial. Lamentablemente Internet, que tiene un alcance más grande que el mío por supuesto, está haciendo desastres. Como la gente tiene un millón de ofertas, se puede bajar una aplicación para conocer 10 personas por día, qué profundidad va a tener en un vínculo si una persona no te cierra en la primera cita, ni siquiera le das la oportunidad de una segunda. Es bastante despareja la pelea.

-¿Esa tecnología juega en contra de los vínculos?
-Pensá lo siguiente, mañana te ponés una aplicación de citas, y las personas la usan, se conocen, se aman y dejan de usar la aplicación. ¿Cuál es el negocio entonces? A la aplicación le conviene presentarte a alguien que no sea compatible con vos para que te separés y vuelvas a la aplicación a buscar una nueva cita. Si no usás la aplicación ¿para qué la creó? La realidad es que las redes sociales, lejos de lo que se cree, que acercan gente, para mí la alejan. Antes no estabas paranoico por si me clavó el visto, si estaba en línea, que no me contesta... La gente sufre en esa paranoia que crea un estado de ansiedad permanente, de sospecha, unas ganas de querer averiguar qué está haciendo el otro, que pasa a ser el malo si está ocupado, está trabajando, o no te puede responder.

-¿Sos un gurú de las relaciones?
-No, no. No me siento ni a palos un gurú de las relaciones. Soy un humilde escritor que tiene la facilidad de poner en palabras lo que sintió, lo que pasó, con la idea de que no le pase a nadie más. Los gurús me parecen unos chantas, lo que menos quiero ser es eso. Yo doy una opinión, no doy consejos. En la charla la gente tiene la chance de participar, levantar la mano durante cualquier parte de la obra y exponer un tema o hacer una pregunta y yo doy una opinión, que no es lo mismo; es como una charla de amigos, no es un stand up donde la gente no puede hablar o vas a ver a un psicólogo que te responden desde lo académico. Yo trato de ponerle humor a temas que duelen y generar un ida y vuelta con el público, que es lo divertido.

-¿Cómo te llevás con la fama?
Más o menos. Hace 7 años que hago esto y todavía me sigue sorprendiendo que la gente me pida fotos, me hagan una nota... es raro. Si bien yo soñaba con esto cuando era chico... y la verdad es que otra cosa no sé hacer y lo que mejor me sale es componer canciones, a veces hay que tener cuidado con lo que se sueña por que se puede cumplir. Imaginate mi cara cuando vi una persona con mi cara tatuada en su costilla, eso le puede pasar a Diego o a Messi, ¡a mí no! Hay un club de fans con 37 mil personas, una locura.

-¿Cuál creés que es la clave? ¿Qué llega, tu modo de contar, tu empatía?
-Creo que es una mezcla de todo. Yo me tomo muy respetuosamente la opinión de la gente, cuando me cuentan una historia, entiendo que es una persona que tiene un dolor, que viene a buscar en mí una palabra de aliento. Si yo lo pasé, si pude salir con mis herramientas, una fuerza propia y amor propio, no me cuesta nada decirles "mirá, a mí me funcionó esto". Y una forma de devolverles el lugar donde me pusieron, es quedándome a firmar el libro después de la función.

-¿Cuándo sentiste que este iba a ser el camino?
-Nunca, honestamente. Empecé a escribir porque a mí me ayudaba escribir. Yo soy músico, no quería ser escritor. La realidad es esa y tampoco quiero serlo y ya tengo cinco libros editados y voy por el sexto. El éxito de estos libros tiene que ver con que la gente se da cuenta cuando sos auténtico o estás en personaje, y la verdad que no tengo ganas a los 40 años montando un personaje, transformándome en alguien que no soy. Soy yo mismo en los libros, en el show y en cualquier lado.

-Sos famoso, ¿cómo te recibió el mundo de la farándula?
-No tuve mucho roce con la farándula de Buenos Aires. Soy amigo de Martín Bossi, quien me dio una mano muy grande, es la persona que más admiro artísticamente en el teatro. Después me di el gusto de tocar con amigos de la movida tropical que yo seguía desde muy chico. También grabé un documental con Alejandro Sanz," El mundo afuera", que se grabó en pandemia. Me han pasado cosas muy extrañas como que me siga (en IG) la Brujita Verón, que es una celebrity internacional. No he recibido críticas. No me bardean. A la televisión abierta trato de evitarla, me parece un ambiente muy falso, no me siento cómodo. Sé que la tele me traería más seguidores, más público, en caso de participar alguna vez sería más selectivo. He tenido ofertas y por ahora no acepté ninguna.

-¿Hiciste mucha terapia?
No, una sola vez, por Zoom con un hermoso chanta. Usé mis libros de terapia, me autoanalicé.

>> EL DATO
El Pela Romero. 22.00 en Sala Z (Pedro Echagüe 451 Oeste). Entrada: $6.500 en passline.com y boletería.