Mirtha Legrand celebró sus 98 años en una fiesta que desbordó glamour y elegancia, un evento íntimo que reunió a familiares, amigos cercanos y algunas figuras del espectáculo. El escenario fue la casa de su hija Marcela Tinayre, en Barrio Parque, donde se montó una celebración marcada por detalles sofisticados, dos cambios de look espectaculares y una selección musical que no dejó de sorprender. La noche fue un homenaje a la carrera de la conductora, quien sigue siendo un ícono de la televisión argentina.
La ambientación de la fiesta fue obra del decorador Ramiro Arzuaga, que logró capturar la esencia de la ocasión con una decoración sobria pero espectacular. A diferencia de otros años, donde predominaban los colores más vibrantes, en esta edición de la celebración se optó por tonos más neutros, predominando el blanco y el crudo. Según contó el propio Arzuaga a Teleshow, se utilizaron seis mesas con manteles blancos, sobre los que se dispusieron flores blancas como rosas y lisianthus, y sillas modelo Ghost de color humo.
Allí estuvieron los seres queridos de la diva, como sus nietos Nacho Viale, Juana Viale y su bisnieta Ámbar de Benedictis y amigos entrañables como María Teresa Villarroel, Martín Cabrales y su esposa Dora Sánchez, Susana Reta, Gino Bogani. El show musical estuvo a cargo de Coki Ramírez.
