El CEO infiel, Andy Byron, grabado en un concierto de Coldplay junto a la directora de Recursos Humanos de su empresa, Kristin Cabot, está provocando una revolución en todos los puntos del mundo.
Como resultado de lo ocurrido, la banda Coldplay, testigo en directo de esta deslealtad viral, también han tomado medidas tras el incidente.
El grupo, que se encuentra en plena gira mundial, ha cambiado de manera sustancial la manera de informar a sus seguidores de que podrán ser grabados durante sus conciertos. Después del tsunami mediático, la formación liderada por Chris Martin (48) está poniendo carteles informativos en los estadios donde ofrecen recitales advirtiendo que en ellos hay “grabación en curso”.
Tal y como han publicado en las redes sociales, explican a sus seguidores que su imagen podría ser utilizada por algunas de las cámaras de su equipo. “Al entrar en este espacio usted está dando su consentimiento para ser grabado y acepta que su imagen en la grabación podrá ser utilizada para fines promocionales y comerciales futuros”.
Los amantes fueron captados por una cámara durante el show que ofreció la banda británica en el Gillette Stadium de Foxborough, en Boston (Massachusetts).
La polémica ha sido de tal calibre que la empresa para la que trabaja el ejecutivo ha tomado cartas en el asunto y ha optado por apartar temporalmente a Byron de su cargo y abrir una investigación sobre los hechos.

