Luego de una ronda muy exigente, donde siete parejas -que se ubican entre las mejores de la región- se jugaban su lugar en el podio, finalmente el jurado dio su veredicto y hubo festejo para San Juan: Natalie Oliva y Jorge Arce (una de las tres duplas que representaron a la provincia) obtuvieron el segundo puesto del Intermilongas Cuyano 2025, que tuvo a Mendoza -anfitriona del concurso- en el primer y tercer lugar. El reconocimiento, celebrado por sus comprovincianos, se tradujo en abrazos, alegría y aliento para Natalie y Jorge, quienes regresaron a las pistas luego de un paréntesis y con la pasión intacta.
La gran final, celebrada en una única y vibrante ronda que tuvo lugar en el Espacio Cultural Le Parc, exigió a los finalistas (tres parejas por provincia, salvo San Luis, que tuvo solo una embajadora) interpretar tres tangos de estilos muy diferentes: “uno bien picado, uno bien melódico y uno más o menos intermedio”, detalló a DIARIO DE CUYO Natalie.
“Como nuestros compañeros, nos estuvimos preparando y practicando mucho. La idea era, fuera quien fuera, que San Juan estuviera en el podio, dar lo mejor para que San Juan esté ahí arriba”, contó la bailarina acerca del resultado de este certamen que tuvo como jurado a Eliana Villarruel (San Juan), Damián Zúñiga (San Luis) y Ailín Rutchle y el milonguero “Pibe” Avellaneda, de Mendoza.
Fin de certamen: Natalie y George con su hijita Isabella y Elvira Ortiz, presidente de la Asociación de Milongueros de San Juan“Nosotros tuvimos una muy buena devolución por parte de Avellaneda, a quien admiramos mucho, así que quedamos muy contentos”, comentó Natalie, que al igual que Jorge, considera que este segundo premio es una victoria en sí misma: “Sí, estuvimos a un pasito, de igual modo para nosotros fue como una victoria. Es muy lindo, es un mimo al alma”, marcó la artista, para quien el sello de la pareja radica en sus largos años de práctica y el vínculo que consolidaron y que trasciende la pista.
“Lo que gusta mucho por ahí es la conexión que tenemos, el abrazo, bueno, porque también viene de muchos años de bailar, tenemos 19 años de baile y además somos pareja en la vida, entonces hay como mucho entendimiento y por ahí eso es lo que más llama la atención”, valoró antes de dar a conocer su historia, curiosa por cierto.
Luego de un preselectivo local, San Juan quedó representada en el Intermilongas Cuyano 2025 por Nats Oliva y Jorge Arce (Social Tango), Jesica Manrique y Gerardo Sánchez (Las Brujas) y Sofía Gallardo y Luis Campos (El Chamuyo)
De Canadá a San Juan
La historia de Natalie Oliva y Jorge Arce es singular. Y es que la pareja no solo comparte la vida en el escenario y fuera de él, ya que son marido y mujer, sino también un origen poco común para dos referentes del tango cuyano: ambos son canadienses de nacimiento.
“Mis padres son sanjuaninos, pero yo nací en Canadá”, dijo Natalie, mientras que su esposo, George (Jorge) Arce es de madre argentina, pero también nació en Canadá y vivió allí toda su vida.
La pareja se conoció antes de su inmersión en el tango, pero una sugerencia en Toronto los llevó a las pistas: “Una amiga argentina y una colombiana me dijeron ‘Deberías ir a tango, deberías probar…’ y un día le dije a George ‘¿Te animás que empecemos?’. A él le encantó la idea. Fuimos a una clase y nunca más dejamos de bailar… han pasado 19 años. Eso nos abrió todo un mundo, porque aprendimos con los mejores maestros de Buenos Aires, pero estando en Canadá”, relató.
El regreso de Natalie a la tierra de su padre fue el primer paso para establecerse en la provincia. “Yo estuve yendo y viniendo muchas veces, mucha parte de mi vida fue entre San Juan y Canadá, y hace 14 años que decidí estabilizarme acá en San Juan”, contó. Su esposo la siguió unos años después, tras un periodo de relación a distancia. La decisión de vivir en Argentina tuvo varias razones, dijo, y enumeró la activa vida social, el calor sanjuanino y la posibilidad de manejar su propio negocio familiar como algunos de los factores que pesaron en esa elección.
Finalmente, ya asentada en estas tierras y después de un paréntesis en la danza debido al nacimiento de su hija Isabella, hoy de tres años, la pareja retomó las pistas… y con el pie derecho. “Estamos volviendo a practicar y estamos volviendo a encontrarnos ahí”, reconoció, aunque aseguró que nunca se fueron del todo: “Siempre estuvimos y siempre estuvo el tango, porque es parte de nuestras vidas. No es solo un baile, es una cultura, es un estilo de vida que compartimos con otros milongueros, que son como nuestra familia tanguera”, destacó una de las organizadoras de la Milonga Las Brujas; y que junto a Jorge y a sus colegas locales tiene como objetivo no solo “seguir practicando mucho”, sino también “Que crezca el tango en San Juan, que se haga conocer, que siempre sea de buena calidad, con buenos maestros y más gente tomando clases”. Y, por supuesto, continuar llevando el nombre de la provincia a lo más alto de cada certamen, de cada pista de baile, porque claramente, estos tangueros internacionales también se sienten sanjuaninos.