Las autoridades de EE.UU., Reino Unido y otros países europeos elevaron su alerta ante posibles atentados y aumentaron la seguridad en los aeropuertos, mientras que Nigeria prometió investigar el incidente del viernes pasado, en el que un ciudadano suyo intentó explotar un avión sobre suelo estadounidense.
Las autoridades británicas han intensificado la seguridad en los aeropuertos tras el intento de atentado frustrado cometido por un joven de 23 años, quien fue detenido por los pasajeros de vuelo de Delta Airlines con 278 pasajeros que se dirigía de Amsterdam (Holanda) a Detroit (EE.UU.).
Por su parte, el diputado estadounidense Peter King, quien integra el Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, dijo a la cadena de noticias norteamericana estadounidense CNN que "hay una alerta a nivel mundial para asegurar que esto no es parte de un esquema a gran escala". En tanto, el vicepresidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, ha ofrecido su "total cooperación" a las agencias de Washington para "verificar la identidad del sospechoso y sus motivos".
El atacante Abdul Faruk Abdulmutallab de 23 años dijo tener relaciones con la red islamista Al Qaeda, sindicada como la responsable de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en EE.UU..
El incidente ocurrió cerca del mediodía del viernes, cuando el vuelo procedente de Amsterdam con 278 pasajeros a bordo, algunos de ellos procedentes de Nigeria, había iniciado las maniobras de aproximación al aeropuerto de Detroit.
Abdulmutallab, quien estudió ingeniería, trató de activar en sus piernas un artefacto incendiario o explosivo en el interior de la cabina de pasajeros, aunque sin mucho éxito.
Los pasajeros que permanecían en el interior del vuelo describieron momentos de pánico cuando el sospechoso intentó activar el artefacto y se produjeron algunas llamaradas en el interior de la cabina, al tiempo que se oyeron pequeñas explosiones como de petardos.
El sospechoso aparentemente logró pasar los controles al llevar adherido a sus piernas, con una cinta adhesiva, parte del material que iba a utilizar para activar el artefacto. Ya en el avión utilizó una jeringuilla para mezclar los productos químicos que portaba y que eran algunos polvos y líquido. Uno de los pasajeros, Elias Fawaz, dijo que se escuchó como "la explosión de un globo".
Otro de los pasajeros, Jasper Schuringa, se abalanzó sobre el sospechoso para intentar amarrarlo, con ayuda de la tripulación y de otros viajeros.
Schuringa dijo que saltó sobre el sospechoso para intentar arrebatarle el artefacto y apagar las llamas con sus manos. Tras arrancarle el aparato, Schuringa trató de abrirle la ropa para averiguar si llevaba explosivos escondidos, mientras un miembro de la tripulación le ataba las manos. El sospecho llegó a Amsterdam en un vuelo de KLM procedente de Lagos, en Nigeria. En la capital holandesa se investiga por qué las medidas de seguridad no fueron suficientes para advertir su desplazamiento, en tanto que la compañía aérea niega responsabilidades sobre el control de pasajeros.
Autoridades en Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, España y los Países Bajos o aumentaron los controles de pasajeros o reforzaron medidas de seguridad ya implementadas antes del período de viajes de Navidad y Año Nuevo, dijeron funcionarios.

