El candidato presidencial demócrata, Joe Biden, sería el más votado en las elecciones estadounidenses del próximo 3 de noviembre con 52% de apoyo, frente a 42% que lograría el actual mandatario y aspirante a la reelección, Donald Trump, según una encuesta.

El estudio, elaborado por de YouGov para la CBS, revela además que la principal preocupación que orienta la decisión de a quién votar es la situación económica, seguida de la salud, el coronavirus y las últimas protestas contra el racismo y la violencia policial.

En cuanto al nivel educativo, los votantes con título universitario apoyan mayoritariamente a Biden, mientras que los votantes que no cuentan con ese nivel de educación se vuelcan en su mayoría por Trump, añade la consulta, reproducida por la agencia de noticias Europa Press.

Si bien Biden cuenta -según el sondeo- con más votos, ello no significa que tenga asegurada su llegada a la Casa Blanca, ya que en EEUU la elección presidencial queda a cargo de los delegados que se eligen en cada estado, y el número de representantes está vinculado con la población de ese estado.

De esa manera, quien conquiste estados como Texas, Nueva York o Florida, que colocan más delegados en el Colegio Electoral, puede volcar a su favor el resultado final, a pesar de haber cosechado menos votos que su adversario.

En estados clave como Wisconsin, sede de un reciente caso de violencia racista y con 10 delegados en juego, Biden tiene 6 puntos de ventaja sobre Trump (50-44%).

El estudio se basa en 2.493 entrevistas a votantes registrados de todo el país y a 1.006 en Wisconsin. El margen de error es de más menos 2,4 puntos a nivel nacional y de más menos 3,7 puntos en Wisconsin.

Trump, cuya gestión de la pandemia es rechazada por la mayoría de los estadounidenses (EEUU es largamente el país con más contagios y más muertos), intentará un golpe de efecto previo al 3 de noviembre, día de las elecciones, con el lanzamiento de una vacuna contra la Covid-19.

El presidente ha dicho en los últimos días sin ambages que pretende contar con una vacuna para fines de octubre, como para que los estadounidenses lleguen a las urnas al menos sabiendo que el virus que tanto mal le hizo a la economía del país y que provocó tantas muertes -a hoy 188.634- podría terminar de castigarlos pronto.

La "prisa" presidencial empuja a las grandes farmacéuticas estadounidenses a considerar la posibilidad de salir públicamente para reafirmar su seriedad y fiabilidad en las

pruebas sobre las vacunas. Un compromiso con la seguridad que a Trump no parece importarle de cara al objetivo de permanecer en la Casa Blanca, reseñó la agencia de noticias Ansa.

"No creería en su palabra sobre una potencial vacuna", retrucó secamente Kamala Harris, la candidata demócrata a la vicepresidencia, invitando a los estadounidenses a confiar más en los científicos.

Harris, sin embargo, fue mucho más allá al calificar al presidente de "incompetente" en el manejo de la pandemia y la crisis que ha causado sobre el mercado laboral.

Después del colapso del segundo trimestre causado por la pandemia, se espera para el PIB un fuerte repunte en el período julio-septiembre: en el orden de "25-35%", dijo el ministro del Tesoro de Estados Unidos, Steven Mnuchin.

A pesar de esto, el presidente cree que se necesitan más estímulos a la economía, pero las negociaciones entre demócratas y republicanos en el Congreso están estancadas en este frente y un acuerdo parece lejano.