El  referente de la oposición al Kremlin en la Federación Rusa, Alexei Navalny, en huelga de hambre y en prisión desde el pasado 31 de marzo, aseguró hace algunos momentos que tiene tos y fiebre, al tiempo que exigió que pueda ser visitado por un médico de confianza.

Desde la cuenta de Instagram del propio Navalny se informó sobre estos síntomas, al tiempo que se denunció que tres de los compañeros de celda fueron hospitalizados en las últimas jornadas por tuberculosis.

Navalny, de 44 años, denunció que los médicos de la cárcel IK-2, una colonia penal en Pokrov, ubicada 100 kilómetros al este de Moscú y conocida como una de las más duras de Rusia, están ignorando un fuerte dolor que padece en la espalda, extendido sobre sus piernas.

Activista anticorrupción y férreo crítico del Kremlin, Navalny fue encarcelado tras su regreso a Rusia el 17 de enero del presente año, tras una convalecencia de varios meses en Alemania por un envenenamiento del que acusa al Gobierno que encabeza Vladimir Putin.

"Hemos demostrado y probado que Putin, a través del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB), cometió este intento de asesinato, y no soy su única [víctima]. Muchos lo saben ahora, otros lo sabrán, y eso vuelve loco a este pequeño hombre en su búnker", dijo Navalny cuando presenció su sentencia.

Por su parte Putin y el Kremlin niegan las acusaciones y afirman que el dirigente tiene vínculos con servicios secretos extranjeros que buscan desestabilizar el país. 

El motivo del arresto es la violación, con motivo de su estadía en Alemania, de las condiciones de una pena de prisión condicional de tres años y medio que finalmente se convitió en condena firme.