El Papa Francisco criticó este domingo la decisión tomada el viernes último por el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, de reconvertir la ex basílica Santa Sofía de Estambul en una mezquita , después de que un tribunal anuló su estatus de museo.

El Sumo Pontífice se expresó escuetamente sobre el tema en cuestión, pero lo hizo con palabras muy fuertes, luego de recordar en la tradicional oración del Angelus, que durante el día de ayer conmemoró la Jornada Internacional del Mar.

Ex Basílica de Santa Sofía, en Estambul.

"Y el mar me lleva un poco lejos con el pensamiento: a Estambul. Pienso en Santa Sofía y estoy muy dolido", afirmó el religioso visiblemente preocupado por la situación, con un rostro rígido.

Para eviar ser acusado de interferir en los asuntos internos de otro país, el Papa, que viajó a Turquía a finales de 2014, no mencionó ni a Erdogan, ni al hecho de que esta obra mayor del siglo VI construida por los bizantinos y que fue declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad y es una de las principales atracciones turísticas del mencionado país.

Ex Basílica de Santa Sofía.

Convertida en mezquita tras la toma de Constantinopla por los otomanos en 1453, fue secularizada y transformada en museo en 1934 por el dirigente de la joven República turca, Mustafa Kemal Atatürk, que impulsó la modernización y deseaba "ofrecerla a la humanidad".

El sábado, el periódico vaticano Osservatore Romano publicó la reacción de diferentes países sobre la decisión del viernes de convertir el monumento de un museo en una mezquita, pero sin ningún comentario.

El anuncio de Erdogan provocó condenas y lamentos en Grecia, Francia, Rusia, Estados Unidos y organizaciones internacionales.

La Unesco, que registró el espacio como Patrimonio de la Humanidad en 1985, lamentó "profundamente la decisión de las autoridades turcas, adoptada sin diálogo previo, de modificar el estatus de Santa Sofía".

El organismo dependiente de la ONU, de hecho, había manifestado una nota en su web de que "cualquier modificación" del espacio "exige una notificación previa del Estado a la Unesco y, en caso necesario, un examen del Comité".