El presidente de Francia, Emmanuel Macron, fue reelecto ayer para gobernar por otros 5 años en Francia en la segunda vuelta electoral y al igual que en 2017, derrotó en el balotaje a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen, aunque esta vez por margen menos holgado 56,5% contra 43,5%.

Aquella vez Macron obtuvo el 66,1%. En este contexto, y en su primer discurso después de la victoria, Macron reconoció que ganó no por votos propios sino por el voto de aquellos que sólo buscaban cerrarle el paso a la ultraderecha y prometió "escuchar el silencio" de quienes se abstuvieron y darle respuesta al enojo a los votantes de Le Pen.

"Sé que muchos no me han votado por mis ideas, sino para bloquear a la extrema derecha. Por eso quiero decirles que soy consciente de que este voto me compromete para los próximos cinco años", dijo luego de que se dieran a conocer los primeros resultados que lo mostraron victorioso.

Así, el presidente reelecto reconoció el descontento de los franceses que votaron en el balotaje a la candidata de ultraderecha Marine Le Pen y prometió ser "el presidente de todos".

"A partir de ahora ya no soy el candidato de un sector sino el presidente de todos", dijo Macron.

En el Campo de Marte, con la torre Eiffel de fondo, el jefe del Estado prometió un "método renovado" para gobernar el país tras un primer mandato marcado por las protestas. Allí el presidente admitió "la cólera y los desacuerdos" que llevaron a millones de franceses a votar por Agrupación Nacional, la fuerza de ultraderecha que por primera vez reunió más de 40% de los votos.

En las últimas elecciones, en 2017, Macron y Le Pen también se midieron en segunda vuelta pero entonces el actual mandatario de centro obtuvo 66,1% de los sufragios y la dirigente de extrema derecha quedó con menos de 35%.

En su discurso, Macron reconoció que Francia atravesó momentos dolorosos y difíciles en un período de "transformación", y aseguró que el próximo mandato no será simplemente una continuidad del actual.

"Tenemos mucho que hacer, la guerra en Ucrania está ahí para recordarnos que atravesamos tiempos trágicos en los que Francia debe mostrar la claridad de su voz y desarrollar su fuerza en todos los ámbitos", dijo.

Agradeció a quienes lo votaron solo para "bloquear" el eventual acceso de la extrema derecha al gobierno e incluso a los que se abstuvieron de votar, a cuyo "silencio prometió "responder".

La abstención se situó en el 26,31% en la primera vuelta. El actual balotaje puede batir el récord de votos en blanco o nulos que muchos franceses escogieron en 2017 para expresar su rechazo a elegir entre los dos finalistas.

Los franceses votaron ayer en la segunda vuelta de la elección presidencial para decidir si confiaban un nuevo mandato al presidente de centro Macron o daban un giro a la extrema derecha con Le Pen, una elección crucial con réplicas en el mundo.Casi 49 millones de franceses estuvieron llamados a votar en miles de centros en el continente, los territorio de ultramar y el extranjero.

Macron es el primer jefe del Estado en ser reelegido desde el conservador Jacques Chirac (1995-2007). Le Pen no pudo convertirse en la primera mujer presidenta aunque achicó la ventaja de 2017. Pero cinco años después, Francia no es el mismo país: protestas sociales marcaron la primera mitad del mandato de Macron, una pandemia mundial confinó a millones de personas y la ofensiva rusa en Ucrania sacudió con fuerza el continente europeo.

La guerra a las puertas de la UE sobrevoló la campaña, aunque la principal preocupación de los franceses fue su poder adquisitivo, en un contexto de aumento de los precios de la energía y de la alimentación. Más allá de elegir entre dos modelos de sociedad, los electores tenían entre sus manos escoger qué lugar en el mundo quieren para esta potencia económica y nuclear hasta 2027, una decisión que habría podido implicar cambios de alianzas si ganaba Le Pen.

La heredera del Frente Nacional propuso inscribir la "prioridad nacional" en la Constitución, para excluir a los extranjeros de las ayudas sociales, así como abandonar el mando integrado de la OTAN y reducir las competencias de la UE.

El mandatario reelecto abogó en cambio por más Europa, ya sea en materia económica, social o de defensa, y recuperar su impulso reformista y liberal, con su propuesta estrella de retrasar la edad de jubilación de 62 a 65 años, que en 2020 ya creó protestas masivas.

Tras las presidenciales seguirán las elecciones legislativas en junio, claves para la gobernabilidad. Actualmente, el partido de Macron tiene la mayoría.

La Unión Europea ya respira aliviada

Los líderes de la Unión Europea se apresuraron a felicitar al presidente francés, Emmanuel Macron, por su victoria electoral sobre su rival de extrema derecha el domingo, reflejando el alivio de que uno de los países fundamentales del bloque haya evitado un impacto político.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, así como los primeros ministros de Bélgica y Luxemburgo, fueron de los primeros en felicitar a Macron, seguidos por casi todos los 27 líderes del bloque, tras su victoria sobre Marine Le Pen por un cierto cómodo margen.

"Bravo Emmanuel", tuiteó Michel. "En este periodo turbulento, necesitamos una Europa sólida y una Francia totalmente comprometida con una Unión Europea más soberana y más estratégica".