El barco humanitario Ocean Viking rescató a 113 migrantes que navegaban sobre una patera en aguas internacionales del Mediterráneo en su primera operación desde que atracó en noviembre en el puerto de Toulon, en el sur de Francia, informó hoy la ONG francesa SOS Méditerranée, que opera el navío, e Italia autorizó el desembarco en sus costas.

Entre las personas rescatas hay "23 mujeres, algunas de ellas embarazadas, unos 30 menores no acompañados y tres bebés, de los cuales el más pequeño tiene solo tres semanas", precisó SOS Méditerranée, con sede en Marsella, en el sudeste de Francia.

Los migrantes estaban en "una embarcación neumática negra sobrecargada, en la oscuridad total", añadió.

La Cruz Roja y la Medialuna Roja también participaron en el operativo.

Las personas fueron rescatadas esta madrugada en aguas internacionales que dependen de la zona de búsqueda y rescate maltesa, cerca de la zona libia.

El gobierno italiano permitió desembarcar en un puerto seguro al barco, anunció más tarde la ONG en un comunicado citado por la agencia de noticias AFP.

La embarcación se dirige hacia Rávena, en la costa norte del mar Adriático, donde les autorizó atracar el gobierno de ultraderecha italiano, indicó SOS Méditerranée, que lamentó los "cuatro largos días de navegación" que necesitará para llegar hasta ese puerto.

"Mientras nos dirigimos hacia el norte, tememos que otras personas que necesiten ayuda en el mar no puedan ser rescatadas", alertó.

Los migrantes fueron rescatados esta madrugada en aguas internacionales que dependen de la zona de búsqueda y rescate maltesa.

Las personas estaban en "una embarcación neumática negra sobrecargada, en la oscuridad total", añadió La Cruz Roja y la Medialuna Roja.

A mitad de noviembre, el "Ocean Viking" atracó en Toulon con 230 migrantes que había rescatado en el Mediterráneo y después de tres semanas en el mar en búsqueda de un puerto para poder desembarcarlos.

El gobierno francés aceptó acoger el barco "a título excepcional" después de que Italia rechazara hacerlo, lo que provocó tensiones diplomáticas entre ambos países.

Los migrantes habían sido llevados a una zona de espera internacional para aguardar que se tramitaran sus solicitudes de asilo.

Desde el inicio del año, 1.998 migrantes han desaparecido en el Mediterráneo, según la Organización Internacional de las Migraciones.

Miles de personas que huyen de la guerra o la pobreza tratan de llegar a Europa cada año cruzando el Mediterráneo desde Libia, cuyas costas se encuentran a unos 300 km de Italia.