Una profesora de educación especial y uno de sus estudiantes murieron a tiros ayer cuando el esposo de la mujer abrió fuego en una sala de clases de una escuela primaria de San Bernardino, en California, y se suicidó poco después, dijo la Policía estadounidense.

Un segundo estudiante resultó herido por el hombre, que según las autoridades tenía antecedentes criminales que incluían violencia doméstica y cargos por portar armas de fuego. La policía dijo que cree que los dos estudiantes, ambos hombres, quedaron inadvertidamente en medio de los disparos en la sala de clases, un hecho que tuvo lugar a unos 13 kilómetros del lugar donde una pareja radicalizada mató a 14 personas en un tiroteo en diciembre del 2015.

El jefe de la Policía de la ciudad, Jarrod Burguan, dijo que el tiroteo en la escuela primaria North Park de San Bernardino, a unos 100 kilómetros de Los Angeles, aparentemente fue un asesinato-suicidio. Se trata del último de decenas de casos de violencia con armas de fuego que ocurren en universidades o escuelas en Estados Unidos cada año.

El atacante fue identificado como Cedric Anderson, de 53 años, y según el relato de los investigadores entró armado al aula de su esposa, Karen Elaine Smith, también de 53 años. Sin mediar palabra, Anderson disparó un revólver, mató a su mujer y, a continuación, se suicidó. En el aula había unos quince estudiantes y otros dos adultos en el momento del crimen. Las televisiones locales mostraron imágenes de las labores de los servicios de emergencia para que los 500 niños evacuados de la escuela North Park se reencontraran con sus padres tras lo sucedido.