Tierra fértil. La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN) se transformó en el vigésimo ganador del Nobel de la Paz en el ámbito del control de armamentos y desarme desde que se otorga el galardón, en 1901.

El Comité Noruego del Nobel concedió ayer el Premio Nobel de la Paz a un grupo internacional poco conocido que aboga por la prohibición de las armas nucleares, en una advertencia en torno al creciente riesgo de una guerra nuclear por la crisis con la rebelde Corea del Norte.

La Campaña Internacional para la Abolición de las Armas Nucleares (ICAN, por su sigla en inglés), un grupo formado en su mayoría por jóvenes activistas de más de un centenar de países de los cinco continentes, fue premiado por alertar sobre las "consecuencias catastróficas" del uso de esos arsenales y abogar por un acuerdo para prohibirlos.

El reconocimiento fue inesperado, sobre todo en un año en que eran considerados como favoritos los arquitectos del acuerdo nuclear de 2015 entre Irán y varias potencias mundiales.

Pese a todo, muchos lo vieron como un impulso potencial al movimiento global que lucha por prohibir las armas nucleares desde el día en que se lanzó la primera bomba atómica en la ciudad japonesa de Hiroshima en agosto de 1945.

Al justificar su decisión, el Comité Nobel Noruego dijo que ICAN, una coalición de 468 ONGs presentes en 101 países, fue el "actor civil líder" para que en julio se firmara el primer tratado global de prohibición de armas nucleares, que necesita de la ratificación de 50 naciones para entrar en vigor.

Hasta ahora, sólo tres países han ratificado el tratado, que fue apoyado por dos tercios de los Estados miembro de la ONU pero no por las potencias nucleares ni sus aliados.

La directora ejecutiva de ICAN, Beatrice Fihn, dijo a Reuters que el grupo estaba exultante.

Preguntada acerca de si tenía un mensaje para el líder norcoreano, Kim Jong-Un, que ha realizado ensayos nucleares desafiando la presión internacional, y al presidente de EEUU, Donald Trump, que amenazó con "destruir totalmente" a Corea del Norte para proteger a su país y sus aliados, afirmó que ambos deben saber que las armas son ilegales.

"Las armas nucleares son ilegales. Amenazar con el uso de armas nucleares es ilegal. Tener armas nucleares, poseer armas nucleares, desarrollar armas nucleares, es ilegal, y tienen que parar", afirmó.

ICAN se autodescribe como un coalición de grupos no gubernamentales presente en más de 100 países. Se formó en Australia y fue lanzada oficialmente en Viena en 2007.

"Vivimos en un mundo donde el riesgo de que se usen armas nucleares es mayor que el que ha sido por mucho tiempo", dijo Berit Reiss-Andersen, líder del Comité Noruego del Nobel.

El reconocimiento busca impulsar la causa del desarme en medio de las tensiones nucleares entre Washington y Pyongyang, además de subrayar la incertidumbre sobre el futuro del acuerdo de 2015 para limitar el programa nuclear de Irán, aunque el Comité no mencionó a este país en la concesión del galardón.

De hecho, muchos se sorprendieron por la decisión de premiar a un grupo de un relativo bajo perfil, en lugar de reconocer el complejo acuerdo iraní, elaborado durante años de diplomacia de alto nivel.

"El tratado con Irán es un acontecimiento positivo, pero la razón por la que mencionamos a Corea del Norte (en nuestra declaración) es una referencia a la amenaza que la gente siente realmente", dijo Reiss-Andersen a Reuters. "Por contra, Irán no ha realizado amenazas recientes de usar armas nucleares".

Una siembra  de conciencia  por el mundo


La ICAN es un organismo que agrupa a más de 400 ONG humanitarias, medioambientales, de derechos humanos, de desarrollo y a favor de la paz. Constantemente realizan charlas, reuniones y manifestaciones, en las que portan carteles con consignas como "prohibir las armas nucleares" o "la prohibición está por venir", y visten disfraces de bombas o del presidente Donald Trump y el líder norcoreano, Kim Jong-un.

Abogan por un solo fin: la supresión y prohibición total del armamento nuclear en el mundo. Respecto a su financiamiento, en su portal web establecen que para que una organización forme parte de ellos, sólo se le pide que llene un formulario de socio y no se le solicita como condición que coopere con recursos. Pero el diario español El País publica que el organismo cuenta con un presupuesto anual de 1,2 millones de francos suizos (1,7 millones de dólares). Desde su fundación en 2007 en Viena, durante una conferencia internacional sobre el tratado de no proliferación nuclear, han contado con el apoyo de numerosas personalidades del mundo del espectáculo, entre ellas la artista japonesa Yoko Ono, el músico de jazz estadounidense Herbie Hancock y el actor Martin Sheen (de la recordada serie "The West Wing"), quien no ha dudado en afirmar que "si Gandhi y Martin Luther King estuvieran vivos, apoyarían la ICAN". Pero además de ellos, esta agrupación ha sido apoyada por una serie de líderes mundiales, como el exsecretario general de la ONU, Ban Ki-moon, el Dalai Lama y otros dos premios Nobel de la Paz: el arzobispo sudafricano Desmond Tutu, que obtuvo el galardón en 1984 por su lucha en contra del apartheid, y la estadounidense Jody Williams, quien lo recibió en 1997 por la Campaña internacional para la Prohibición de las Minas Antipersonales.