En medio de un clima frío y de aparente tensión, el presidente estadounidense, Barack Obama, y su electo sucesor, Donald Trump, no quisieron esperar mucho para comenzar la transición y ayer se reunieron en la Casa Blanca, donde se comprometieron a trabajar juntos para garantizar un traspaso del poder sin problemas.
Pese a la batalla verbal virulenta que ambos mantuvieron a lo largo de la campaña, Obama y Trump intentaron mantener su encuentro en el marco de la formalidad y la cordialidad extrema. Al terminar una reunión a solas de una hora y media, dejaron entrar a las cámaras de televisión y se dieron un breve apretón de manos.
‘La prioridad número uno es facilitarle el traspaso para que tenga todo lo que necesita en esta etapa‘ prometió el actual mandatario y destacó que además ‘ahora debemos trabajar todos juntos, vamos a hacer todo lo necesario para eso‘.
‘Quiero enfatizar, señor presidente electo, que ahora vamos a hacer todo lo que podamos para ayudarle a tener éxito, porque si usted tiene éxito, el país tendrá éxito‘, afirmó Obama, sentado junto a Trump frente a la chimenea del Despacho Oval.
Obama, que hace apenas tres días alertaba en sus mitines de que Trump no era ‘apto para la Presidencia‘, trataba así de reconciliarse con un hombre que en 2011 impulsó el rumor de que no había nacido en EEUU y que llegó a acusarle de haber fundado el grupo yihadista Estado Islámico (EI). Por su parte, Trump calificó a Obama como ‘un buen hombre por el que siente un gran respeto‘ y anticipó que le pedirá consejos en esta transición. ‘Discutimos un montón de situaciones, algunas lindas, otras controversiales, pero fue un gran honor que me reciba‘, aseguró el presidente electo, que se mantuvo todo el tiempo muy serio.
‘Estoy deseando trabajar con el presidente en el futuro’. ‘Ha sido un gran honor estar con usted y será un honor estar con usted muchas más veces‘, subrayó Trump, quien confirmó que hasta ahora nunca había hablado en persona con Barack. Finalmente Obama se mostró ‘muy alentado por el interés de Trump en trabajar‘ con su equipo ‘sobre muchos de los temas que afronta este gran país‘. Mientras, la primera dama, Michelle Obama, recibió en la residencia presidencial a su sucesora, Melania Trump. Ambas tomaron un té, salieron al balcón Truman y recorrieron la planta principal de la Casa Blanca. Las dos ‘mantuvieron una conversación sobre la experiencia de criar hijos en la Casa Blanca‘, dado que las dos hijas de los Obama eran pequeñas cuando se mudaron a esa residencia y el matrimonio Trump llegará acompañado de su hijo de diez años, Barron.
Tras su parada en la Casa Blanca, Trump continuó viaje hacia el Congreso, en donde lo esperaban los dos máximos líderes republicanos: el presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, y el líder de la mayoría en el Senado, Mitch McConnell, para discutir la agenda parlamentaria de cara a la jura presidencial del 20 de enero próximo. En la reunión acordaron abordar una bajada de impuestos y llevar a cabo un acceso a la salud ‘verdaderamente asequible‘, en alusión a la reforma sanitaria de Obama, y que los republicanos han querido derogar durante años.
