La ONU confirmó ayer el uso de gas sarín en el ataque del pasado 21 de agosto a las afueras de Damasco (capital de Siria), y lo calificó como un ‘crimen de guerra‘ que ‘no puede quedar impune‘.

‘Los resultados son indiscutibles‘, dijo ayer el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, al presentar el informe de los inspectores a los miembros del Consejo de Seguridad, ante quienes aseguró que ya se ha podido confirmar, de manera ‘objetiva e inequívoca‘ que se usaron armas químicas en Siria.

El secretario general respondió después ante la prensa que ahora ‘corresponde a otros‘ decidir quién empleó ese tipo de armamento y determinar responsabilidades por un ‘crimen de guerra‘ del que hay evidencias ‘claras y contundentes‘, tras recordar que el mandato del equipo del profesor Ake Sellstrom era sólo dilucidar si se usaron.

Por su parte, EEUU, Reino Unido y Francia dijeron que sólo el régimen de Bachar Al Asad pudo estar detrás del ataque. La embajadora de EEUU, Samantha Power, subrayó que las armas eran ‘profesionales‘ y que ‘no hay pruebas‘ de que la oposición tenga gas sarín.

El gas sarín es un letal agente químico desarrollado en la Alemania nazi. Ataca el sistema central nervioso y es veinte veces más letal que el cianuro potásico. Provoca la muerte por bloqueo de la musculatura.

Durante una reunión en París, los responsables diplomáticos de EEUU, Francia y Reino Unido advirtieron que el desmantelamiento de las armas químicas que ya había aceptado el régimen sirio se tiene que hacer en condiciones de firmeza y para garantizarlo mantuvieron la opción de una intervención militar.

Fuentes: Efe