Cheyenne Hyer murió el 30 de septiembre de 2016 luego estarencerrada durante cuatro horas adentro de un patrullero, atada a un asiento de seguridad. Su mamá, Cassie Barker, había dejado el auto encendido con el aire acondicionado, pero no largaba aire frío. 

Cuando regresó al vehículo luego de salir de la casa de su superior, notó que su hija no respondía. La temperatura en el estado de Mississippi era de 38 grados: cuando la encontraron, la temperatura del cuerpo de la nena de tres años alcanzaba los 42 grados cuando llegó al hospital, informó el sitio local Sun Herald.


 

Este lunes, durante el juicio en su contra, la ex policía de 29 años admitió entre lágrimas que había dejado a la niña allí para tener sexo con su jefe y, luego de tener relaciones, se quedaron dormidos.

La fiscalía pidió 20 años de prisión para la mujer por homicidio culposo, pero el juez Larry Bourgeois dijo que quería más tiempo para pensarlo. "No sé qué pena podrá ser peor de lo que ya has experimentado. Siempre estarás encerrada en una prisión de tu propia mente", le dijo magistrado a Barker. La sentencia se conocerá el 1º de abril. 

"Cada vez que cierro los ojos, me imagino su sufrimiento y luego la imagino acostada en su ataúd", declaró ante la corte Ryan Hyer, el papá de Cheyenne, la nena de tres años que murió por un golpe de calor en un patrullero mientras su mamá policía tenía sexo con su superior.

Según contó este lunes, el paso del tiempo aún no logró atenuar su dolor, ni su indignación. "Todavía la veo sonreír y reír en mi cabeza y luego estas sonrisas y risas se convirtieron en dolor y sufrimiento en ese caso. Es una imagen que no quiero tener, pero es una imagen de la que no puedo deshacerme ".