Un ramo de flores, dos amarillas, un error y el respeto de todos quedó como balance de la presentación en San Juan de una de las tres mujeres árbitros que tienen la categoría de internacionales en el país. Estela Mary Alvarez de Olivera terminó aprobando su debut en la Primera B Nacional, el histórico de una mujer en etsa categoría, porque San Martín y la CAI no le complicaron para nada la tarde y porque demostró soltura para manejar los tiempos de una categoría distinta, con otro ritmo y con otro roce.

La misionera, que decidió trasladarse a Buenos Aires para trascender en el arbitraje y se inscribió ya hace más de 5 años en la liga de Luján, empezó su estadía por San Juan con una respetuosa recepción por parte de la dirigencia de San Martín que le entregó un ramo de flores en la previa del último partido de la temporada ante los sureños. Estela mostró una simpatía grande y se entregó a los medios antes del partido, hablando de sus sensaciones por debutar en una categoría superior y recordando que ya dirigió torneos sudamericanos juveniles y que participó como juez en los Juegos Olímpicos de Beijing.

Luego, se metió en los camarines. Ahí se dio otra particularidad ya que debieron reacondicionar el viejo vestuario de los árbitros para que se cambiara en absoluta intimidad, mientras que sus colegas -los asistentes Noriega y Rossi- se cambiaron en el vestuario nuevo de los camarines verdinegros.

Y claro, llegó la hora de jugar. Le costó meterse en el partido porque a los 3′, cuando San Martín abrió la cuenta, dejó pasar que Martín Seri se levantó la camiseta y no lo sancionó con tarjeta amarilla. Ese, tal vez, haya sido su único error.

Porque promediando el primer tiempo, la mujer de negro supo volver sobre sus pasos y remediar un error. Es que Cuevas ganó en el vértice derecho de la cancha y su marcador, Malacarne (3) lo bajó desde atrás, deliberadamente. La juez dudó. Cobró la infracción pero no amonestó de inmediato y cuando se decidió ya estaba el remolino de jugadores en el área de la CAI. De Olivera encaró a Bustos (5) y le mostró la tarjeta amarilla pero el capitán de la CAI, De Miranda le hizo ver su falla y Estela volvió atrás y ahora sí, con la aprobación de la gente, le puso amarilla a Malacarne (3).

En el trato con los futbolistas, hubo más diálogo con Ramón Rojas que con ningún otro jugador. El volante de San Martín le reclamó por una falta sobre Bustos pero nada más. El resto, absoluto respeto. Y la gente, primero la quiso amedrentar con algunos insultos pero luego, cuando vieron que Estela vino a dirigir, se quedaron en silencio.