Il capitano. Emanuel Mas controla el balón con un rival que lo acosa en la salida. Claypole pegó primero y mientras pudo aguantó a un Boca con poca dinámica al que le costó perforar a la defensa rival.

En un partido atractivo donde por varios instantes no hubo diferencias futbolísticas, Boca batió a Claypole por 2 a 1 y pasó a la siguiente ronda de la Copa Argentina.

El equipo que ascendió a la Primera C aprovechó la oportunidad y se mostró ante el bicampeón argentino y mientras pudo alimentó con despliegue sus ganas. Se paró con determinación en la mitad de la cancha, con la idea de no dejar armar al equipo xeneize y, por momentos, lo complicó bastante.

Claypole en una contra que encabezó Calone generó la primera llegada clara, exigiendo una salvada providencial de García. Iban 23 minutos y los recién ascendidos a la Primera C le mojaban la oreja al doble campeón de Primera.

Cardona empezó a participar más. Se juntó con Villa y Emanuel Mas por la izquierda y cuando Boca empezó a jugar mejor llegó el gol de Claypole. Landaburo anotó luego de conectar un rebote dado por el arquero xeneize ante un cabezazo a quemarropa. Iban 29 minutos y había batacazo en Lanús.

La alegría le duró un par de minutos a los del ascenso. Capaldo hizo estallar un derechazo en el travesaño y con todos sus jugadores parados en campo rival presionó hasta lograr que Villa resolviera con categoría una jugada colectiva y marcara la igualdad a los 35.

En el segundo tiempo Boca asumió el protagonismo e inclinó la cancha. Dominó campo y pelota obligando a Claypole a defenderse metido en su área. Un cabezazo de Villa desviado a los 17 y un toque cortó de Medina que besó el poste fueron el aviso de lo que podía ocurrir. Pero cuando el xeneize empezaba a consolidar su dominio, Claypole tuvo otra opción clarísima en un contragolpe en el que García tapó con el pie un mano a mano ante Iglesias.

El desnivel llegó a los 31m. cuando Maroni convirtió el segundo de Boca con una media vuelta y un remate esquinado. Parecía todo liquidado pero Claypole no se entregó y perdido por perdido salió vender cara su derrota y en el final luego de un desborde de su jugador más incisivo, Iglesias, Mune no pudo conectarla sobre la raya misma porque Emanuel Mas lo molestó justo y evitó un empate agónico que habría sido la gloria para el equipo del ascenso.