Las filas en las calles Mendoza y San Lorenzo casi se tocaban. Una marchaba hacia la Circunvalación para entrar a la Popular Norte, la otra para ingresar a la Platea Este. Encontrar un lugar para estacionar cerca era imposible y las filas de motos en el lateral de la avenida era impresionante. Pasadas las 22 y cuando el partido ya había empezado, la gente seguía entrando. El marco que mostró el estadio Hilario Sánchez fue impresionante y 18.000 personas no se quisieron perder la presentación del equipo de Maradona.

La Popular Norte, como siempre, se robó el protagonismo y la gente se apretujó para encontrar lugar allí, mientras que hubo claros en la Popular Sur y la Platea Este. La convocatoria anoche fue similar a las de las presentaciones de River y Boca, cuando San Martín jugaba en Primera.

El jugador más alentado fue Martín Palermo, lejos, mientras que sobre los 10 minutos del primer tiempo empezó a bajar el clásico "olé, olé, Diego, Diego’. Precisamente, el Diego generó su propio espectáculo y en la platea Oeste, la policía tuvo que custodiar la parte del alambrado olímpico que da al banco de suplentes donde se ubicó el técnico, por la cantidad de personas que querían estar cerca o sacar una fotos.

Sin fuegos artificiales, con algunas banderas de San Martín y Boca (en la mitad del primer tiempo llegó parte de la hinchada xeneize), los hinchas mostraron su feeling con Maradona al desplegar un trapo gigante con la cara del DT y la inscripción: "Dios, gracias’.

Fue una noche especial, diferente con la celeste y blanca en las tribunas y en el campo de juego. Una noche de esas que se vuelven inolvidables.