El secretario general de la AFA, José Luis Meiszner, y el presidente de Independiente Rivadavia de Mendoza, Daniel Vila, se cruzaron ayer fuertemente luego del enfrentamiento que protagonizaron el sábado luego del partido entre el local y el conjunto mendocino. Ambos afirman haber sido apretados con una patota por el otro.

Meiszner, hombre de estrechos vínculos con Julio Grondona, aseguró que Vila tuvo un accionar "mafioso" a la salida de la cancha de Quilmes, desmintió haberlo agredido y dejó entrever el la intencionalidad política de la denuncia. "Vila estaba acompañado por un ejército irregular y tuvo un accionar mafioso. Cuando bajé de la escalera lo vi metido en un tumulto", relató Meiszner, y justificó el enojo de "unos cien" hinchas de Quilmes con Vila "porque patrocina a un periodista que se la pasa injuriando al club".

Al respecto agregó que terminado el partido entre Quilmes e Independiente Rivadavia, el empresario lo insultó desde su auto y que un grupo de socios salió en su defensa "porque soy un hombre de 64 años con tres by pass". "El estaba acompañado por un grupo de patoteros profesionales y tenía dos autos de apoyo", insistió el dirigente de la AFA, quien adelantó además que iniciará acciones legales. Meiszner dejó trascender que la denuncia de agresión de Vila está vinculada con el enfrentamiento del empresario con el Gobierno "por la ley de medios".

Por su parte, Vila reafirmó que Meiszner fue quien encabezó la agresión junto con un grupo de 80 barrabravas. "Recibir esta agresión por parte de una persona como Meiszner, que es la segunda persona en autoridad dentro del fútbol argentino, no me había imaginado que podía suceder", afirmó Vila. "Él los encabezaba y nos tendieron una emboscada, sufrimos lesiones físicas y también daños materiales. Mi hijo puso el cuerpo porque las agresiones venían para mí y perdió una muela" agregó.