Gimnasia y Esgrima La Plata, con el sanjuanino Ariel Agüero como pilar, conservó ayer la categoría al hacer valer la ventaja deportiva y golear, de local, en los minutos finales a Rafaela por 3 a 0, en el partido revancha de la Promoción Primera A-B Nacional.
Los goles del equipo que conduce Leonardo Madelón, que terminó con nueve jugadores por las expulsiones del volante Esteban González y el atacante Roberto Sosa, los convirtieron los delanteros Diego Alonso y Franco Niell -en dos ocasiones-, a los 27, 43 y 45 minutos del segundo tiempo, respectivamente.
De esta manera, el conjunto platense, con más garra que fútbol evitó el descenso a la B Nacional, pese a la goleada sufrida el miércoles pasado por idéntico marcador, de visitante, ante Rafaela, que finalizó con diez futbolistas porque Esteban Gil vió la tarjeta roja.
El partido favoreció durante casi 75 minutos a Rafaela, ya que los nervios le jugaron en contra a un Gimnasia acelerado y con pocas ideas futbolísticas.
El equipo de Madelón cometió muchos errores en defensa, tuvo poco criterio y un pobre manejo de la pelota en el mediocampo, por lo que consecuentemente dispuso de escasas situaciones de gol.
De hecho Rafaela, en el primer tramo del encuentro tuvo el gol en tres oportunidades, pero falló en la definición.
Lo mejor llegó en el complemento. Donde a los 12\’ Collado expulsó a Teté González (Gimnasia) y Gil (Rafaela). A partir de ese momento Gimnasia acorraló a Rafaela. Madelón ya había mandado a la cancha al Pampa Sosa por Messera, y se la jugó y dispuso el ingreso de Niell por el zaguero paraguayo Maldonado.
El equipo platense pasó a defender con dos en el fondo, un volante y el resto a matar o morir arriba.
Hasta que a los 27\’ el arquero falló y Alonso, luego de un centro desde la izquierda de Sosa, marcó el 1 a 0. Rafaela siguió calmo y tuvo el empate en tres ocasiones.
Para Gimnasia todo parecía diluirse por las jugadas desperdiciadas y más cuando a cinco del final Sosa se hizo expulsar. Pero apareció el pequeño Niell para cambiar la historia con dos cabezazos. A los 43\’ y 45\’ hizo delirar a la mitad de La Plata para transformarse en prócer y dejar a Gimnasia en Primera.