Ni las lesiones pueden con el Bayern Múnich. Pese a las numerosas bajas, el equipo de Hansi Flick aplastó a una Lazio que no dio la talla en su vuelta a las rondas KO de la Champions League después de 20 años.

Ante el ritmo infernal de su rival, el equipo de Simone Inzaghi apostó por replegarse y castigar a la contra, sin embargo, su plan se desmoronó cuando Musacchio se equivocó, le sirvió el balón a Robert Lewandowski, este se llevó a Reina y anotó a placer el 1-0.

La Lazio ya no se permitía especular y estaba obligada a salir en busca del empate. No obstante, el Bayern Munich supo imprimir una intensidad a la que no pudo seguir su rival, que apenas generaba cuando Lazzari aceleraba por su banda derecha. 

Cada pérdida en campo contrario significa caer expuesto ante el Bayern, que aumentó la cuenta gracias a una magnífica definición de Jamal Musiala, goleador más joven del multicampeón alemán en la Champions League.

Si el castigo no fuese suficiente para la Lazio, otra pérdida a poco del final de la primera parte consumó la pesadilla. Kingsley Coman ingresó al área, se sacó a su marca y aplicó el bombazo, Reina dejó rebote y Leroy Sané solo la empujó para establecer la goleada.

El descanso significaba un alivio para el local, que podía recargar energías, pensar en una nueva estrategia que achique la distancia en el marcador, sin embargo, el Bayern Munich ni se tardó en aplicar el KO final cuando Leroy Sané hizo lo que quiso con Patric, buscó a Alphonso Davies en el otro palo, Acerbi quiso ser héroe, pero la terminó metiendo en su propio arco.

Pese al rápido descuento de Joaquín Correa, aquel gol no fue más que una ilusión: la realidad golpea fuerte cuando viste de rojo y juega en la Champions League, la competencia predilecta de un campeón que podrá tener sorpresas en su liga, mas no en su torneo fetiche.

El próximo 17 de marzo la Lazio buscará una completa epopeya ante un rival que ya le demostró que cuando pisa el acelerador puede sentenciar rápidamente eliminatorias y rivales sin la jerarquía necesaria para soñar despierto en la Champions League.