Aire. Gonzalo Naravez le gana a González en el duelo aéreo. Atenas supo insistir hasta el instante final y tuvo premio.


Cuando se gana en la última jugada, todo es distinto. Más cuando sirve para clasificar a una final y cuando lo habían buscado por todos los medios. Y así lo disfrutó todo Atenas Pocito tras eliminar a Peñarol con ese gol de Narvaez en el último instante. El técnico Luis Pallaroni fue uno de los más conmovidos: "Esto es una satisfacción muy grande. Es emocionante dirigir este club que tanto quiero y ver lo que mis jugadores pusieron para estar otra vez en la final. Fue durísimo el partido porque Peñarol sabe lo que hace siempre. Tuvimos las chances y parecía que no se podía pero los chicos fueron y tuvieron esa última opción que nos metió en la final. Feliz y emocionado, más no se puede decir".

El jugador de la semifinal fue Gonzalo Narávez, quien disfrutó su momento más que eufórico: "Se había hecho durísimo porque lo presionamos y no se pudo definir. Parecía que llegaban los penales pero fuimos a buscar esa última jugada y tras el pase de Gómez, tuvo tiempo y espacio como para elegir lo mejor. Le pegué fuerte y entró. Es una alegría tremenda. Atenas es sacrificio, es un grupo muy bueno que todos los días se sacrifica para poder estar en la pelea grande de todo lo que se juegue. Esto es para su gente que tanto nos apoya".