Uno de los deportistas más destacados en estos Juegos Paralímpicos que comienzan hoy en Tokio será el “gigante iraní” Morteza Mehrzadselakjani, integrante de la selección masculina de vóley, que actualmente tiene 33 años y mide 2,46 metros. Es el hombre más alto de Irán y el segundo más alto del mundo, según confirmó el sitio The Tallest Man, y el deporte paralímpico le salvó la vida luego de un accidente por el cual vio frustrado su sueño de ser basquetbolista profesional.

A los 16 años ya medía 1,90 y no paraba de crecer por una enfermedad denominada acromegalia (secreción excesiva de hormona del crecimiento). Fue entonces cuando se cayó de la bicicleta y se rompió la pelvis. Durante una de las operaciones descubrieron que, a raíz del accidente, su pierna derecha había dejado de crecer. Se transformó en un fenómeno que vivía de presencias en diferentes programas de televisión y otro tipo de festividades, hasta que el paralimpismo le devolvió la posibilidad de dedicarse de lleno al deporte a través del vóley sentado.

Su pierna derecha mide 15 centímetros menos que la izquierda y debe desplazarse en silla de ruedas. Sin embargo, eso no le impide ser la máxima figura de Irán, una de las potencias en esa disciplina. Es la pieza clave de este equipo que buscará el séptimo oro de su historia.

“Antes de convertirse en famoso, cuando salía de su casa, todo el mundo lo miraba de manera extraña. Ahora que es famoso, cuando sale, todo el mundo quiere una foto. Se convirtió en un campeón”, señaló el entrenador del equipo Hadi Rezaei

En Río de Janeiro 2016, Morteza logró la medalla de Oro con el seleccionado iraní y ahora en Tokio buscará repetir.

Actualmente solo es superado en altura en todo el mundo por el turco Sultan Kossen, que mide 2,51, y está entre los quince más altos desde que se lleva registro.