Por los pergaminos cercanos era el candidato. La Selección Colombia tenía un as en la manga y lo jugó con jerarquía. El joven antioqueño, nacido hace 21 años en Carmen de Viboral, que corre para el equipo continental italiano Colpack Ballan, estuvo el domingo pasado festejando su victoria en la general de la Vuelta a la Juventud de Colombia, y seis días después recibió de manos del presidente de la Copaci, José Manuel Peláez, la medalla que lo oficializa como nuevo campeón panamericano de ruta, en la prueba en pelotón.

El pibe Gómez ganó una competencia en la que su equipo impuso condiciones desde el vamos. Todo lo acontecido en la carrera ocurrió según propuso, quiso y dejó el sexteto colombiano. Ninguna fuga tuvo vida más allá de la determinación de los hombres nacidos en la tierra de Egan Bernal y Nairo Quintana, las dos máximas figuras colombianas que son el espejo donde se miran estos corredores que se destacan entre una pléyade de buenos ciclistas y por ello lucen orgullosamente la casaca nacional de su país.

La emoción, del tramo final la puso el brasileño De Paula, quien ingresó al autódromo junto al ecuatoriano Montenegro con metros a su favor. 

El paraguayo David Ortiz fue el primero en sacudir el avispero, cuando la carrera transcurría en su primer cuarto y transitaba el falso plano de la Avenida Benavídez. Detrás nadie se inmuto, faltaba mucho. Y lo que restaba era lo más duro. Las subidas a los paredones de los dos diques y un camino accidentado que podía romper piernas.

En pleno ascenso al Dique de Ullum, Ortiz fue "carne" de pelotón. Allí comenzó otra carrera. Tanteo el panorama Argentina con un ataque del sanjuanino Mauricio Domínguez y el bonaerense Arian Etcheverry, con ellos se sumó un peruano, y un par de colombianos, entre ellos Juan Fernando Porras, un gregario de lujo que fue el encargado de "cerrar" cualquier hueco que se abría. A la cima de Punta Negra llegaron 21 ciclistas con un centenar de metros. Todos los argentinos y todos los colombianos entre ellos.

Con autoridad, controló la carrera el equipo colombiano. Junto a la Argentina fueron los que manejaron el pelotón.

El pelotón volvió a reunirse en el casco urbano de Ullum y desde allí hasta el cruce de Benavídez y Rastreador Calívar, el tránsito fue somnífero. El brasileño Víctor César de Paula saltó y encaró en soledad todo el paso por Chimbas, que se completó cuando cruzaron -por la Ruta 40- el río San Juan, hasta que fue alcanzado por el ecuatoriano Lenín Montenegro. Al autódromo ingresaron los dos escapados, pero a un centenar de metros los colombianos lo controlaban.

Antes del primer paso por línea de meta (fueron cuatro) el brasileño se entregó. Montenegro intentó la heroica, pero su suerte ya estaba echada. Los colombianos cerraron la escalera lo alcanzaron y después no dejaron que nadie se escapara. Argentina trató de dar pelea y se "armó" para levantarle el embalaje a Lukas Dundic.

Al final se llegó en embalaje masivo -algo casi inédito en el Villicum- y en esa definición fueron los colombianos quienes remataron su tarea de manera magnifica, levantando el embalaje para que Gómez festejara.


 

  • Las damas corren por la mañana

 

La experiencia de Carla Álvarez será clave.

Un total de 58 damas, representando a 14 países, correrán desde las 11.30 la competencia en línea que coronará a una nueva monarca. El seleccionado argentino cuenta con el aporte de tras sanjuaninas, una de nacimiento, Magalí Balmaceda, y dos por decisión propia, Carla Álvarez y Carolina Pérez. Mercedes Fadiga, Antonella Leonardi y Sofía Martelli, completan el sexteto que tendrá la difícil misión de contrarrestar la calidad de equipos rivales integrados con ciclistas que corren en Europa o que tienen nutridos calendarios en sus países, como la cubana Arlenis Sierra y la colombiana Lina Marcela Hernández, quienes parten como las favoritas de una carrera que irá y volverá a la Av. de Circunvalación.