"El más alto y el más fachero, papá". Siempre de buen humor, Junior se hace el canchero con sus compañeros, con esa inconfundible mezcla del lunfardo argentino en portuñol. Junior se llama José Jorge Souza dos Santos, nació en Brasil y está a punto de cumplir 22 años. Es el central de UPCN Vóley Club y con sus 2,07 metros de estatura es el jugador más alto de la Liga Argentina de vóleibol.

La torre de UPCN tiene una historia particular, porque el destino, según contó, lo hizo voleibolista pues para superar una parálisis infantil, una doctora le recomendó a sus padres que hiciera deporte. Y eligió el vóleibol, en su Salvador de Bahía natal.

Con padres y hermanos de estatura normal, Junior vino grande de nacimiento: Pesó 6,500 kilos y midió casi 60 centímetros. Con los años, el más chico de los Souza pronto pasó en altura a sus hermanos mayores. Hoy, además de sus 207 centímetros, pesa nada menos que 105 kilos y usa zapatillas del número 48.

Pero su vida dio un brusco giro cuando tenía 14 años. "Me acosté una noche y me desperté con fiebre y convulsiones. Fue un virus o algo. Estuve realmente muy mal y como secuela me quedó la mitad del cuerpo con parálisis, desde la cara a los pies", contó el central.

"Como parte de la recuperación, mi doctora pidió que practicara algún deporte para volver a coordinar los movimientos. Y se dio que justo arrancó una escuela de vóley en el club cerca de casa. Fueron 8 meses de recuperación, pero ahí empecé", recordó Junior. Ese club fue el Esporte Clube Vitoria, cuyo equipo de fútbol juega en la Primera División de Brasil.

Junior tenía pasta de voleibolista y unos años después se fue a jugar a la Liga de Santa Catarina, rotando en tres clubes distintos. En 2007 incursionó en la Liga Argentina con Azul, por entonces conducido por Fabián Armoa, el actual técnico de UPCN. El año pasado disputó la Super Liga de Brasil con el Vóley Futuro y esta temporada fue contratado por el conjunto sanjuanino.

"Tenía ganas de volver a Argentina. Acá se respeta mucho al jugador y los clubes tienen estructuras importantes. Yo igual no juego por la plata, juego porque lo disfruto", confesó Junior, quien escucha cumbia y tiene tatuados los nombres sus padres en el brazo y el de sus cuatro hermanos en la espalda.

"Cuando me enteré el equipo que iba a armar UPCN no la dudé y me vine. La gente que no me conoce se va a encontrar con un jugador de entrega pura. Así vivo el vóley", apuntó el gigante Junior.