La felicidad infinita de Messi y compañía, y de Scaloni, y de todo el cuerpo técnico y de los millones de argentinos se sintió desde Qatar hasta la Quiaca. Y la decepción de Francia, desde el estadio Lusail hasta la Torre Eiffel. Y a un año de esa final de las finales en la historia de los Mundiales, la prensa francesa volvió a dejar en claro esa sensación. Sensación de dolor y bronca, sumadas a algunas perlitas, aparecieron en varios sitios online durante las primeras horas de de este 18 de diciembre... Del 2023....

En el programa Les Grandes Gueules, el periodista Cyril Linette lamentó la caída y cuestionó a los jugadores de la Scaloneta: "Las derrotas siguen siendo recuerdos imborrables. Todavía no lo he digerido porque hubo tandas de penaltis, la peor manera de perder una final. No sé si Argentina mereció ganar la Copa del Mundo en el global. También me hubiera gustado ver a la selección de Francia jugar con todas sus armas ese día. Todos sabemos que estaban enfermos. Al 100%, les habríamos ganado. Aunque el deporte es el dormitorio y eso es lógico, nunca he visto tanta falta de clase de los ganadores, Messi incluido. Los argentinos se comportaron como idiotas. Cuando ganas, tienes derecho a ser elegante".

Martin Mosnier en Eurosport marcó diferencias con la final de Alemania: "2006, Trauma. El fin de una generación y de un mundo nuevo: el de Francia que gana. 2016, La cruel herida. Porque la Eurocopa, en casa, iba a volver a poner a Les Bleus en el centro del tablero, pero les faltó lo esencial: un título. ¿Y qué pasa con 2022? En la escala del dolor en el fútbol francés del siglo XXI, ¿dónde colocamos esta tercera final perdida en 16 años? Un año después de la bofetada, ¿qué queda de ella? ¿Un montón de remordimientos? El recuerdo de esa derrota no me provoca el mismo dolor".

El periódico Le Parisien publica una crónica con detalles de la intimidad, recuerda que Deschamps se lastimó la mano en el entretiempo y termina cuestionando al Dibu Martínez:: "Después de casi tres horas de suspenso llevado a su clímax, la decepción es brutal. En la cancha, los argentinos se regocijaron, no siempre de una manera muy delicada. En el borde del terreno de juego, incluso se necesita la intervención de uno de los miembros del cuerpo técnico francés para evitar que la situación degenere con el banquillo contrario. El tiempo nunca ha parecido tan largo. Abatidos, Les Bleus tuvieron que desvanecerse de la entrega de trofeos, las sonrisas argentinas y el comportamiento incorrecto de Emiliano Martínez".

El diario L'Equipe hizo un análisis profundo de la tapada de Dibu Martínez a Kolo Muani: "Detuvimos la imagen justo en el momento en que Kolo Muani golpeó el balón. Desde el momento en que Ibrahima Konaté tomó el balón, los ojos del delantero de Les Bleus se clavaron en él. Entre el inicio del pase en forma de campana y el disparo transcurrieron cinco segundos y quince centésimas. Ninguno de los jugadores alteró la trayectoria, pero el balón tomó un efecto ligeramente giratorio que produjo un rebote oblicuo perfecto para el pie derecho de Kolo Muani. Emiliano Martínez reaccionó rápidamente para reducir el ángulo. Pero cuando golpeó el balón, la situación era clara. El espacio estaba en el primer palo, donde Kolo Muani iba a golpear. El desequilibrio es flagrante, casi demasiado, como si Emiliano Martínez estuviera en posición incorrecta. Fue aquí donde la estratagema del portero argentino echó raíces".

Fuente: Olé