En la que fue la segunda cruzada ante equipos del pelotón World Tour. Esos que corren las grandes carreras del calendario mundial; el SEP-San Juan consiguió lo que todos los conjuntos continentales sueñan: Derrotarlos. Y hacerlo de una manera clara y rotunda. Gonzalo Najar se coronó en la 36ta Vuelta a San Juan, demostrando una gran solvencia para ascender el Alto de El Colorado.

Los "Bichos verdes" consagraron al jujeño con una estrategia muy bien planificada y trabajada. Tras realizar una contrarreloj aceptable, arribaron a la etapa reina con tres hombres ubicados entre los 20 primeros, a una diferencia de poco más de un minuto: Daniel Díaz (13ro a 1m02s), Gonzalo Najar (14to a 1m11s) y Juan Pablo Dotti (17mo a 1m17s). Distancia que no era poca, pero posible de descontar, como ocurrió, en terrenos empinados.

La Vuelta que había empezado con la inesperada noticia de la deserción de su máxima figura, Vincenzo Nibali, por una afección que le provocó fiebres y vómitos. La misma Vuelta que en la hermosa, como inédita, etapa que recorrió el flamante tramo de la Ruta 150 entre Jáchal y Valle Fértil y que por una traicionera rodada sufrió la pérdida de dos de sus principales animadores, como fueron hasta ese momento el sprinter colombiano Fernando Gaviría, ganador de la primera etapa y del barrealino Ricardo Escuela, que marchaba sexto en la general y entusiasmaba a los sanjuaninos; revivió con la heroica demostración de Najar en la cima de la carrera.

La desazón que dejó la accidentada cuarta etapa en la afición, mutó en satisfacción desenfrenada cuando el joven jujeño puso alas a sus pies y con una cadencia de pedaleo firme se sacó de encima los fantasmas de la superioridad de los profesionales. Esos que llegaron en mayor número a la carrera sanjuanina.

La 36 edición de La Vuelta tuvo de todo y para todos. Alta nota en lo organizativo, con una televisación en directo (streaming) elogiada por la prensa extranjera, tendrá solo detalles que mejorar para el año próximo, como por ejemplo el tema de la señal de Internet en algunas ciudades alejadas. Algo no menor, pero superable.

Que haya habido en el punto de partida una decena de los 22 equipos que correrán el Giro de Italia, habla por si solo del nivel alcanzado por la competencia, que tuvo un presentación y ejecución impecable y un ganador sólido.

El poeta latino Virgilio dijo alguna vez: "Es bueno, porque cree que lo es". Esa frase es aplicable a la victoria de Najar y del SEP, fueron buenos porque creyeron en sí mismos. Por la fe esa única e invencible razón que mueve a los hombres,

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con la que encararon su cruzada, esa que culminó con un triunfo tan importante como inolvidable.

LA VUELTA, DÍA A DÍA
 

El primer día de la carrera fue un rápido viaje desde Capital a Pocito, pasando por Santa Lucía, 9 de Julio, 25 de Mayo y Sarmiento. Totalmente llana. Propicia para velocistas. Final cantado. Ganó el colombiano Fernando Gaviria.

El inédito parcial que partió en el embarcadero de Punta Negra, viajó hasta el Dique de Ullum y luego de subir 4 veces el paredón de Punta Negra, culminó en alto fue para el costarricense Villlalobos. Escuela terminó cerca.

La contrarreloj individual fue para el irlandés Ryan Mullen. El joven del Trek tuvo un rendimiento sostenido durante toda el trayecto a la Circunvalación, mientras sus rivales cedían en la segunda mitad. Ganna pasó al frente.

El viaje de Jáchal a Valle Fértil, por la Ruta 150, fue accidentado. Rodaron y abandonaron Gaviria y Escuela. También Ramos y Belletti. Sin su líder el Quick-Steep confió en Richeze y Maxi alegró a todos los argentinos.

Sabido era que el ascenso al Colorado entronizaría al nuevo rey. Sorprendió que ante buenos escaladores del pelotón profesional, fuera un argentino, Gonzalo Najar, quien diera un exhibición y pasara al frente en la general.

El penúltimo capítulo, que fue y volvió a la Difunta Correa, no cambió nada en la general. Najar se mantuvo. Lo ganó el belga Jelle Wallays con una fuga postrera y valiente. Si la carrera hubiera tenido 20 metros más lo pasaban.

El final en la Avenida de Circunvalación convocó a 150.000 personas que fueron a alentar al representante de un equipo sanjuanino que vencía a los profesionales. Se llegó al sprint. Ganó Nizzolo, escoltado por Maxi Richeze.

Gonzalo II, nuevo monarca

Veinte años pasaron para que un nuevo Gonzalo (Najar) ganara la Vuelta, el anterior fue Salas en 1998. El jujeño, de 24 años, se impuso de manera notable, rematando con autoridad el gran trabajo de su equipo, el SEP-San Juan, en la etapa reina.