Notable victoria de Olimpia. Con orden. Con disciplina. Y, especialmente, con concentración. Con todos esos atributos, más la fortaleza física, le terminó ganando con total justicia a Valenciano, por 7-3, en el tercer y decisivo choque de la final yse consagró campeón del torneo "Clausura" del hockey sobre patines local.

En una cancha con muchísima gente en las tribunas, el Turco hizo suya la fiesta. Es que, sacando los 10 primeros minutos en los que dominó la paridad, el Turco siempre fue más. Estratégica y anímicamente.

Tras la apertura del tablero en favor del Turco a cargo del efectivo Federico Carrión, se dio el empate visitante (Emiliano Romero) pero el equipo de La Barraca casi que ni lo festejó porque 20 segundos después Olimpia estampó el segundo (Pascual). Y en menos de un minuto el tercero (Pena). Entonces, las fortalezas anímicas de Valenciano se hicieron añicos. Porque el equipo quedó partido. Los visitantes no estuvieron precisos en las marcas y la velocidad de los jugadores de Olimpia los siguió complicando. Antes que se fueran al descanso Bielsa clavó el 4-1. En el complemento tenían que cambiar demasiado las cosas para que la balanza se equilibrara.

Y no pasó eso. Porque Olimpia siguió con su ritmo demoledor. De la mano de sus "veteranos" Gonzalo Gómez y Federico Carrión y con la frescura del resto de los jugadores. Del "Flaco" Bielsa, del pibe Federico Pena, de Sebas Pascual y ya más cerca del final de Gonzalo Acosta y de Luciano Fernández. Todo un combo letal para un Valenciano que pareció sentir el esfuerzo de una gran temporada. El cansancio lógico de haber jugado puras finales en cada campeonato. Ya no le alcanzó con las genialidades del Josi García, la categoría de definición del "Pony" Romero, la fortaleza de Leo Rosselot o las atajadas del "Garra" en el arco.

En Olimpia, que aumentó en el complemento por intermedio de Carrión (2) y Pena, las notables actuaciones de Carrión y del arquero Adolfo Harica resultaron vitales. Valenciano descontó por dos (Josi García y Ferruccio) pero no le alcanzó.

El partido fue intenso, jugado al máximo de las posibilidades y, pese a los roces propios de este deporte, leal. Una final de categoría que fue seguida por muchísima gente.