Violencia. En San Luis, Peñarol la pasó feo.


En un clima enrarecido que ya había comenzado el mismo viernes en la noche cuando el plantel de Sportivo Peñarol llegó a San Luis para esperar concentrado y se produjeron incidentes como la rotura de las cocheras del complejo de cabañas, bombas de estruendo y daños al ómnibus que los trasladó, finalmente el Bohemio obtuvo su pase a la final de la Región Cuyo tras la suspensión del partido que empataba sin goles con Sporting Victoria a los 28 minutos del complemento por invasión de los hinchas puntanos. Ahora se espera la resolución del Tribunal disciplinario del Consejo. Fue todo demasiado violento y extraño en San Luis. Lo que se veía venir en la llegada de Peñarol a San Luis, terminó de consumarse en cancha de Sporting Victoria. Y es que hubo demora para el comienzo del juego y luego, cuando iban 31" del primer tiempo y fue expulsado Walter Quevedo en el conjunto puntano, empezó la violencia. Tanto que después de 20 minutos de suspensión se reanudó la primera etapa. Pero nada estaba garantizado e incluso el segundo árbitro asistente Raúl López no quería reiniciar el juego hasta que le ofrecieron máxima seguridad. Accedió el juez Héctor Lingua y después de 28 minutos de intrascendencia, la impotencia ganó todo y los hinchas decidieron invadir el campo de juego. Hubo agresión y proyectiles, incluso algunos futbolistas sanjuaninos terminaron con heridas. Acorralados y perseguidos quedando a un paso de una masacre.