No era sólo ganar, era cómo hacerlo. No era sólo debutar bien, sino la forma en la que Sportivo Desamparados daría el primer paso en este desafío de volver a ser el que fue. Y ese paso fue en firme. Convencido y convenciendo de que será protagonista y de que este equipo dejará todo en cada partido. Le costó acomodarse al planteo de Del Bono, pero cuando se pudo plantar bien, manejó los tiempos, la pelota, las situaciones y terminó ganando 2-1 en su primer partido de la Zona 4 del Argentino B. Una tarde redonda para el conjunto de Cabello que se afirmó en varias individualidades en gran nivel para resolver un partido complejo por el rival, por la situación y por el entorno que marca cualquier debut.
De movida, Sportivo dejó clarito su perfil y su ambición. Con Santiago Ceballos de volante por la derecha, se mostró ofensivo desde el primer movimiento. Presionó a Del Bono, le quitó la pelota y le generó las primeras situaciones. El Bodeguero se paró decididamente para la contra, bien plantado con dos líneas de cuatro. En ese trámite, Del Bono asustó primero con un pelotazo de Quaranta que se fue por encima del travesaño. Desamparados aceleró su paso y a los 10’ tuvo su primera clarita cuando Eduardo Sosa cabeceó bombeado contra el palo izquierdo de Gómez. Después, fue el turno de Ceballos que solo por la derecha definió cruzado pero desviado. Más tarde, Gómez le ahogó el gol a Giordano que había desbordado por la izquierda. Todo ese primer tiempo había sido de Sportivo por lo que propuso.
Pero Desamparados iba a resolver casi todo en los primeros 25’ del complemento porque aceleró a fondo y a los 6’ se encontró con el merecido primer gol cuando Santiago Ceballos apareció sin marcas en el área chica y definió fuerte al medio del arco. Del Bono sintió el impacto y no pudo reaccionar, entonces Desamparados fue por la liquidación y a los 23’ lo concretó. La jugada nació en una corajeada de Ceballos por la derecha, aguantando la marca hasta donde pudo para meter el pase exacto y milimétrico para dejar a Sosa cara a cara con Gómez. Y ahí, el Chori no defraudó. Frío y certero definió al primer palo y puso el 2-0 que sentenciaba casi todo.
Era el momento de que Del Bono mostrara algo de lo que puede jugar y el ingreso de Julio Cuello le entregó algo de eso. El enganche metió dos pelotas profundas y obligó al trabajo de Guirado. Juan Ruiz, de media distancia obligó a la tapada de la tarde para el Mono y cuando se moría el partido, Oscar Sainz en su intento de cortar un centro rasante, no hizo más que meter la pelota en su propio arco. Era el descuento Bodeguero, aunque no cambiaría nada. El primer paso en firme ya lo había dado Desamparados, convencido y convenciendo de que siempre se puede volver a ser el que fue no hace mucho.

