Elemental. Luis Ardente vuelve a ser el capitán, bandera y símbolo de este San Martín que comenzará hoy su campaña en Córdoba visitando a Belgrano.

Dicen que hay partidos que valen mucho más que tres puntos. Partidos que encierran muchas más cosas y en esta encrucijada donde los puntos pesan y los promedios para el descenso presionan, Atlético San Martín arrancará hoy en Córdoba su lucha de esta temporada en la Superliga 2018-19 de Primera División, enfrentando a Belgrano que curiosamente hoy tiene el mismo coeficiente de 1,157 en el promedio y sólo tienen por debajo a Tigre y a los dos ascendidos Aldosivi de Mar del Plata y San Martín de Tucumán. Será un mano a mano directo, con el plus de ser visitante en un estadio que se hace sentir, pero en simultáneo una prueba de carácter importante para este nuevo San Martín que con Walter Coyette al mando, tratará de hacerse fuerte en su primer examen de la temporada.

San Martín debutará como local el próximo domingo ante Patronato desde las 11.

En lo futbolístico, San Martín cambió más de medio plantel en el largo receso por el Mundial Rusia 2018. Llegaron 16 refuerzos, se rearmó en casi todas las líneas pero intentó mantener la impronta del entrenador. El regreso de Martín Bravo, la llegada de Pablo Palacios Alvarenga, la contratación de Gonzalo Castillejos, los arribos de Juan Rodríguez -el mejor zaguero del ascenso en la temporada pasada- le renovaron sus expectativas pero todo está por verse todavía. El primer ensayo general terminó en eliminación en la Copa Argentina tras caer contra Brown de Adrogué por penales. Esa caída le ayudó a ver cosas que Coyette quería probar y cambió detalles. Le dio titularidad a Bravo, se rearmó en el medio con la dupla Fissore-Gelabert y le dio la creación a Mosca. En el ataque apostó todo a la potencia del paraguayo Palacios Alvarenga que deslumbró en el último amistoso contra La Lepra mendocina. En la propuesta, la idea de San Martín será ir a buscarlo, a presionar al rival. Hoy, contra Belgrano que cambió varios nombres también, hay mucho más que tres puntos en juego. El fútbol es para inteligentes y hoy la premisa es sumar, crecer desde lo estadístico para darle espacio luego al vuelo futbolístico de un equipo que empieza sabiendo que no tiene margen de error.