Lionel Messi y Sergio Agüero, muy serios antes del comienzo del entrenamiento del sábado en Bronnitsy.

El seleccionado argentino volvió a trabajar este sábado con la mayoría de los futbolistas que afrontarán el martes el encuentro decisivo ante Nigeria por la tercera fecha del grupo D de la Copa del Mundo de Rusia y que definirá su continuidad o no en el certamen.

El mazazo que provocó el 0-3 frente a Croacia el jueves en Nizhni Nóvgorod todavía se siente en el plantel: en la práctica que se llevó a cabo en Centro de Entrenamiento de Bronnitsy se vieron rostros de preocupación, sin sonrisas y con Jorge Sampaoli por un lado y los futbolistas por otro.

Lionel Scaloni, uno de los asistentes del entrenador, fue el nexo entre el cuerpo técnico y los jugadores en el comienzo de la práctica, mientras el entrenador transitaba a 30 metros de sus dirigidos sin abandonar su cuaderno de anotaciones.

Del otro lado, a unos 100 metros, los tres arqueros trabajaban con los pies, y en ese aspecto el que estaba más activo y a quien hasta se le escapó una exclamación de alegría luego de una gambeta a Nahuel Guzmán que terminó en gol fue Wilfredo Caballero, señalado por los simpatizantes argentinos como uno de los grandes responsables de la derrota del jueves por su error en el primer tanto de los croatas.

Los tres futbolistas que se quedaron en el gimnasio atendiendo lesiones de distinta consideración fueron Gabriel Mercado y Nicolás Otamendi, ambos con traumatismos en el tobillo derecho, y Lucas Biglia, a quien le recrudeció una dolencia en la rodilla derecha.