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Los días de Ricardo Centurión en Boca están contados. A pesar de ser el jugador estrella del equipo, no seguirá jugando en el club. Guillermo Barros Schelotto lo había pedido sí o sí, pero la dirigencia le bajó el pulgar después de sus escándalos fuera de la cancha. Su comportamiento pesó más que su calidad porque en el fútbol de hoy no sólo hace falta saber jugar.

Las malas noticias para Centurión también llegan desde Brasil. Más precisamente del San Pablo, club dueño de su pase, que ya avisó que lo va a negociar. Por el mismo motivo que Boca, no lo quieren dentro del plantel. Además, su rendimiento en el gigante sudamericano tampoco fue tan prometedor como en el Xeneize. Jugó 80 partidos y sólo anotó 8 goles.

El diario Globo Esporte informó que en el club paulista están dispuestos a negociar al delantero. Quieren ver si puede continuar su carrera en Argentina o bien en Brasil, y la intención no es darlo a préstamos, sino venderlo. Centurión cuesta 5 millones de dólares para el San Pablo, que tiene el 80 por ciento del pase. El 20 restante es de Racing de Avellaneda.

San Pablo espera ofertas por Centurión para transferirlo en cinco millones de dólares. 

Los últimos episodios de violencia de Centurión lo marcaron. Las denuncias de su exnovia por violencia de genero no hicieron más que oscurecer su talento dentro de la cancha. Eso y otros casos como manejar alcoholizado y otro tipo de inconductas nublaron su presente prometedor en el mundo del fútbol. 
 

“Mucha gente quiere que le vaya mal a Boca”
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Jonathan Silva, defensor de Boca, dijo ayer que a su entender “hay muchos que tratan con mala fe” a su equipo, y que “hay mucho periodismo y gente que quiere que a Boca no le vaya bien”, al hablar tras la primera práctica de la semana del plantel xeneize en Casa Amarilla.

“En este tiempo me di cuenta de que muchos quieren que a Boca le vaya mal. Algunos inventan cosas o critican demasiado. Eso me duele pero hay cosas que no se pueden evitar”, señaló.

“Nosotros estamos primeros en el campeonato y merecemos estar en este lugar. Se nos midió a veces de una manera que no se hace con los otros”, sostuvo Silva.