Si algún atributo más le estaba haciendo falta a Trinidad para terminar de calzarse la pilcha de candidato al título era su capacidad de reacción. Es que cuando el entusiasmo de San Martín lo había maniatado feo, el León mostró sus uñas y en una ráfaga tremenda de 5 minutos, definió un partido que por momentos le fue incómodo. Fue victoria del puntero por 3-1 pero con demasiado trabajo. Empezó ganando y con fortuna porque a los 7′ un tiro libre de Gigena fue desviado por el defensor Ruarte para descolocar al arquero Zamora. Era el 1-0 que en las planillas quedó para Gigena pero lejos de aclararle el trámite, esa ventaja adormeció al líder y los pibes de San Martín se jugaron todo para empardarlo. Así, con los desbordes de Rodrigo Jofré y las ganas de la dupla Gómez-Narváez, el Verdinegro tuvo premio cuando a los 28′ una exquisita habilitación de Ema Córdoba puso a Narváez cara a cara con Lavorante, que nada pudo hacer ante la precisa definición del atacante de San Martín. Era el 1-1 y era merecido por San Martín.
Pero claro, en el complemento Trinidad fue Trinidad. Apareció Hernán Muñoz por la derecha. se soltó Guajardo, creció Gigena. Y a los 13′, el pibe Guajardo apareció solito a las espaldas de Quilpatay, giró, metió en centro atrás y Hernán Muñoz solamente tuvo que empujarla al gol para poder el 2-1. Ahí, el líder decidió apretar el acelerador definitivamente y a los 18′ obligó al error ajeno cuando Gigena habilitó a Martiní en la puerta del área para que el goleador del Oficial definiera, llegó entonces el cruce desesperado de Quilpatay y la historia terminó con el 3-1 favorable al puntero, más puntero que nunca.
Intentó sacudirse San Martín pero se fue quedando sin respuestas y sin gente. Le expulsaron a Narváez primero y cuando parecía que estaba para ilusionarse cuando a Trinidad le echaron a Pastoriza, se nubló feo el verdinegro. No hubo forma de levantar el tablero. Movieron desde el banco pero no hubo respuesta y Trinidad, ya convencido de que era partido ganado, empezó a defenderse con la pelota y a asegurar el resultado. El líder mostró lo que le estaba faltando: reacción. Eso, más lo que juega, lo tienen ya de favorito para el título. No hay dudas.

