A Valenciano no hay quien lo detenga. Anoche superó cómodamente y con categoría a Bernardino Rivadavia de Mendoza por 7-1 y se metió en una de las semifinales del Argentino, donde tendrá que medirse mañana ante Petroleros.

El equipo de Giuliani hizo valer su peso y sus individualidades, donde con sólo los 20 minutos del primer tiempo le bastó para sacarse de encima un partido que nunca se le complicó. Mucho tuvo que ver el inicio mismo del encuentro, ya que iban apenas 25 segundos cuando Pablo Garcés habilitó a Guille Babick, para que éste abriera el marcador.

Le sirvió para tomar la iniciativa y el control total de la bocha. Avanzar a paso firme y aprovechando todos los sectores de la pista del Aldo Cantoni. Fruto de ello es que David Farrán, en jugada individual, definió con enorme clase para aumentar cuando iban 7′.

La enorme diferencia de juego no se plasmaba en el resultado parcial, debido a que Valenciano se tomó un respiro y por ende Rivadavia se animó y Carbonero estuvo a tiro del descuento. El mismo que llegó por intermedio de Eduardo Espín en una contra y con remate cruzado para vencer a Fernández.

La levantada del mendocino tomó cuerpo cuando Pappi primero y Espín a continuación, reventaron el palo.

Sofocón que despertó a Valenciano, que entendió que debía definirlo en el primer parcial, y mediante el tiro libre directo que ejecutó Farrán, amplió una diferencia que fue determinante y desequilibradora.

Porque el complemento ya no fue un partido de cuartos, donde se definía estar entre el cuarteto de mejores. Rivadavia no mostró resistencia y Valenciano le dio cabida a todos sus jugadores de campo.

Por ello es que los cuatro tantos que anotó fueron con exquisita definición, teniendo el tiempo y los espacios para liquidarlo con dos de Santiago Correa, Josí García y Juan Manuel Garcés.