Está de paso. La posibilidad de lanzar al profesionalismo a un joven peso pesado y la expectativa de tener trabajo continuo en la enseñanza del boxeo, motivan que Víctor Echegaray, el último ícono del pugilísmo sanjuanino piense en retornar a mediados del mes próximo a Tierra del Fuego. En Río Grande, su lugar de residencia por elección de diez meses a esta parte, encontró una esperanza para seguir ligado a su pasión.

Vino a compartir las fiestas de fin de año con sus hijos en San Juan, se reencontró con amigos, paisajes y sabores, como es tomar un juguito al costado de la Catedral. "El Víctor”, como le dicen todos, contó los por qué de su determinación: "Me sentí siempre muy reconocido. Encontré un ámbito donde se pueden lograr muchas cosas. Hay muchas ganas, sobran las posibilidades y, por sobre todas las cosas, me comprometí con un joven púgil, Oscar Pérez, en encaminar su campaña profesional”, empezó diciendo el ex doble retador a la corona mundial liviano juniors de la AMB.

"Troco, como le dicen a Oscar, tiene 21 años, mide 1,83 y pesa 87 kilogramos, es un pesado chico, pero con mucho para aprender y crecer. Lo más importante es que tiene mucha fuerza y condiciones”, explicó Víctor que trabaja en un gimnasio que es propiedad de la madre del púgil.

Aparte del peso completo, Víctor, que en un primer momento trabajó en tres gimnasios, porque en Usuhaia no hay clubes de boxeo, tiene otros tres amateurs con los que ha competido en Punta Arenas y Puerto Natale.

"¿Sabés una cosa?, hace 49 años que Río Grande no tiene un boxeador profesional”, se entusiasma Víctor. El entrenador contó que hace un par de meses anduvo por Buenos Aires con su nuevo púgil y que luego de hacer una gran pelea y perder por puntos con un integrante de la selección argentina, el técnico cubano de la Federación Argentina, Sarbelio Fuentes, se acercó a felicitarlo y le dijo que lo convocara para que trabaje en el CENARD (Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo).

"A mi no me gustó mucho la idea porque en la selección los mecanizan. Acepté, pero les dejé en claro que con su familia tenemos la idea de hacerlo debutar profesionalmente en marzo del año que viene”, contó Víctor.

Disfrutar de sus hijos y nietos y compartir con los afectos estas fechas, permitieron que Víctor volviera por un tiempo a su tierra natal. Donde, lamentablemente, el boxeo atraviesa una de sus peores crisis dirigenciales, traducida en la escasa cantidad de boxeadores amateurs que hay y la magra calidad de las veladas profesionales que se organizan.