‘Es un orgullo ser parte de la historia de la primera edición de trail run El Leoncito‘ Así resumió la grata experiencia de la atleta sanjuanina Carmen Pereyra, que después de tres años volvió a correr en la provincia y lo hizo para terminar brillando en los 42K, terminando en la segunda posición de su categoría y redondeando una carrera de enormes sensaciones positivas por todo lo que implicaba.
Carmen, que es gestora cultural en el Museo Franklin Rawson, combina esa faceta con su amor por la montaña. Se define en ser especialista en ese terreno y da sus razones: ‘Correr en la montaña es un desafío permanente. Cambia todo, cambia el desnivel, la superficie, el clima. Todo lo hace apasionante y uno lo disfruta al máximo’.
En el 202 había corrido por última vez en suelo sanjuanino. Había sido en Valle Fértil y desde ahí, Carmen se dedicó a buscar carreras en diferentes lugares buscando experiencias nuevas. Corrió en septiembre en Puerto Madryn y esa aventura le entregó esa adrenalina de correr por los acantilados, de estar al costado del mar. Pero claro, apareció en el horizonte El Leoncito y Carmen decidió que era el objetivo.
Empezó así una preparación especial y solitaria con el seguimiento implacable de su entrenador Germán Martiní para llegar a la prueba del Parque Nacional de la mejor manera. Y claro, los resultados se dieron aunque Carmen confiese que trabaja para disfrutar todo el proceso y no pensando en una marca, un podio o algo así: ‘Es vivir el proceso desde los enrtenos, la preparación, la carrera misma. Eso es lo que disfruto y bueno, ahora la montaña me regaló el podio, ese segundo lugar que no esperaba en El Leoncito. Así que mejor, imposible’
Carmen empezó a dimensionar el amor por la montaña en una invitación que le hicieron para conocer el arroyo Turquesa. Ahí nació todo.
Luego, con el grupo Guanaquito cambió la percepción y ya con caminar no alcanzaba. Entonces empezó a correr y paso por del Desafío Ischigualasto, el Ansilta cuando era el Ansilta y ahora, pensando en el 2026 apunta a un maratón más que especial: los 42 K de Mendoza.
‘Es una carrera muy significativa para mi y si bien no es en montaña, la correré en memoria de mi padre que era mendocino y cumplirá 10 años de fallecimiento en esa fecha del mes de mayo del próximo año. Será correrla en su memoria. Después, veremos qué carreras de montaña nos sirven en la programación de la temporada sabiendo que es mi prioridad’.
Decidió volver a correr en San Juan y fue con sensaciones tremendas. Fue la mejor sanjuanina en los 42K del Leoncito y para Carmen, fue ser parte de una historia que la llena de orgullo.