Federico Pacheco tiene 27 años y es agente en la Policía. Al menos por ahora, pues el último martes en la mañana quedó detenido y ayer pudo recuperar su libertad, pero bajo condiciones no muy favorables para su futuro laboral.

¿La razón? está seriamente complicado como autor de un delito, algo que en teoría jamás debió haber perpetrado, porque justamente fue capacitado para prevenir y combatir esas transgresiones. En concreto, a Pacheco le atribuyen haber sustraído dos espejos retrovisores de una moto Honda Titán 150cc. que estaba en el depósito de la seccional 23ra. del barrio Parque Rivadavia Norte, en Rivadavia. Todo quedó grabado por una cámara de seguridad de esa sede policial.

En Fiscalía están seguros que durante la investigación el policía no podrá sortear la contundente prueba de la cámara

Ayer, el fiscal Renato Roca y el ayudante fiscal Cristian Gerarduzzi consiguieron que el juez de Garantías Federico Rodriguez, los autorice a investigar a ese agente por el delito de hurto agravado al ser cometido por un funcionario policial. Durante 2 meses, deberá cumplir ciertas reglas de conducta, entre las que se incluyen: presentarse cada vez que sea citado, no entorpecer el proceso ni ausentarse de la provincia sin previa autorización judicial.

El hecho que le reprochan a Pacheco se descubrió recurriendo a los registros de la cámara de seguridad de la seccional 23ra. Debieron revisar esos archivos luego de que el dueño de la moto se quejara, porque cuando le incautaron el rodado por una falta de tránsito, tenía los espejos. Y al retirarla ya no.

Entonces se descubrió que Pacheco estaba muy comprometido por la ausencia de esos objetos. Los videos demostraron que la maniobra comenzó a ejecutarse el pasado 19 de mayo sobre las 22. Fue instantes después de que ingresara a trabajar a la seccional 23ra. donde había sido afectado a cumplir tareas porque su destino habitual es la Base Operativa II de El Mogote, en Chimbas.

Las imágenes muestran que va hacia la moto, saca los espejos y los deja sobre el asiento del vehículo. Más tarde, alrededor de las 5,30 del otro día y antes de partir, vuelve hasta el lugar de la moto y arroja los espejos hacia el exterior, sobre la medianera. Se supone que al salir de trabajar, los buscó y se los llevó.

Tras la denuncia Pacheco fue detenido, pero en su casa y en ningún otro lugar hallaron los espejos. La sospecha es que pudo venderlos o dárselos a algún conocido suyo, pero eso es un misterio que el propio implicado tampoco está dispuesto a revelar, pues ayer se negó a dar su versión de los hechos antes el magistrado.

Por ahora, en Fiscalía están convencidos de que durante el proceso no podrá vencer la contundente prueba de la cámara de seguridad.