Un grupo de personas que marchaban reclamando justicia por Agustín Cataldo (18), el joven que murió 30 días después de recibir una piña en una confusa pelea a la salida de un boliche de Jáchal ocurrida el 30 de junio pasado, atacó la casa del fiscal Sohar Aballay. Según fuentes policiales, tiraron piedras, huevos, botellas e insultaron a la autoridad judicial.

Todo pasó en la tarde del pasado martes, en medio de un clima caldeado por el giro que tuvo la causa hace unos días, cuando el juez Hugo Quiroga calificó la muerte de Cataldo como homicidio preterintencional (es decir, que el atacante no tuvo la intención de matar) y liberó bajo una fianza de $50.000 al acusado, Mauricio Guevara (34).

Tras el escrache, Aballay recibió el apoyo inmediato del Ministerio Público. En la mañana del miércoles arribó a Jáchal el fiscal Daniel Guillén, quien se encargó de chequear que estén en orden las garantías necesarias para que su par pueda trabajar libremente en su función.