Un jubilado de 73 años sufrió una brutal paliza en un intento de robo, razón por la cual quedó internado en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca). Según indicó su hijo, deben reconstruirle la cara porque tiene "todos los huesos rotos" producto de las trompadas y patadas que sufrió. "Lo más triste es que lo molieron a golpes porque no tenía nada para robarle", lamentó su hijo.

La víctima se llama Marcelino Acosta, de 73 años, quien se encuentra internado en observación el efector publico por un "traumatismo cráneofacial y fracturas múltiples en los senos paranasales; fracturas en maxilares y piso de órbita (huesos oculares)", según precisó a La Capital el director del Heca, Jorge Bitar.

"Pensé que se había caído, pero estaba molido a golpes: tiene el mentón, la nariz y todos los dientes rotos y hasta la cabeza hundida como si lo hubiesen agarrado a palazos", describió su hijo Agustín a la hora de precisar el daño que le causaron los ladrones en el intento de asalto.

Agustín aseguró que a su padre tienen que reconstruirle la cara porque tiene todos los huesos de la cara rotos. "Por suerte está consciente y estable, pero da impresión ver la brutalidad con la que lo golpearon", aseguró en diálogo con El Tres.

"No lo puedo creer, le dieron sin asco. Lo molieron a golpes porque no tenía nada para robarle, eso lo más triste de la historia", lamentó.

Su hijo contó que Marcelino yacía en la calle cuando un patrullero que pasaba por la zona lo asistió y lo trasladó hacia el Heca. En principió pensó que se había caído "porque es una persona grande", pero señaló que cuando lo fueron a buscar unos familiares que cuentan con movilidad se impresionaron al la cantidad de heridas que padecía.