Los habituales problemas que ocasionan las violentas ráfagas de viento Zonda, otra vez pusieron a la gente al borde de un peligro letal. Esta vez el escenario de los más graves inconvenientes se concentró en Jáchal, donde las ráfagas hicieron volar, literalmente, dos techos de viviendas. El episodio más crítico ocurrió en pleno centro del departamento, porque de una vivienda situada en la calle San Juan, una cuadra al Sur de la plaza departamental, el fuerte viento desprendió un gran techo de chapa y caños (de unos 15 por 20 metros), que había sido puesto sobre otro más precario de caña y palos. Y por poco no ocurrió lo peor, porque sobre las 22 del sábado, ese tinglado se desplazó unos 100 metros por el aire hasta impactar contra el techo de la parroquia, dañándolo en parte, para luego estrellarse también en la parte superior del comercio de la familia Ruiz y finalmente terminar partido en tres pedazos, informaron fuentes policiales. El trozo más grande quedó justo frente a la parroquia, en el cruce de Juan de Echegaray y San Juan.

Ese no fue el único problema que debieron enfrentar los Bomberos de Jáchal que dirige el principal y licenciado Eduardo Javier Pérez Olguín, pues en el barrio Malvinas Argentinas (frente al aeroclub) las ráfagas hicieron volar otro techo de machimbre de una casa. Y en la zona de Los Barreales, en Bella Vista, arrancó un árbol que cayó sobre una vivienda. Esto sin contar los grandes incendios de pasturas en Niquivil.

A causa del viento, ayer bomberos de la Policía, en general, tuvieron más de 50 intervenciones en distintos puntos de la provincia.