Un hombre de 52 años denunció que su exesposa lo atacó con agua hirviendo y le provocó graves quemaduras en el cuerpo cuando fue a la casa que compartían para devolver la llave y poner fin a la relación. La acusada negó la agresión y aseguró que es “una mentira terrible”.

“Quise terminar en buenos términos. Fui a la casa y sabía que no tenía que entrar pero ella tenía todo preparado”, explicó Marcelo Gilabert, en diálogo con el diario Resumen. De acuerdo a su testimonio, el ataque ocurrió cuando fue a despedirse de su hija tras decidir separarse de su mujer y la mujer lo invitó a entrar a la casa. Eso, dijo, ocurrió el miércoles pasado en la localidad cordobesa de Anisacate.

Aunque al principio él se negó a entrar -según su versión-, cambió de opinión cuando la mujer le dijo que adentro tenía una sillita de la hija que ambos tienen en común y le pidió que se la llevara. “Entré y sentí el agua hirviendo en mi cuerpo. Alcancé a correr la cara. Lo primero que hice fue salir, subirme a mi auto todo quemado e irme”, relató Gilabert, que tiene un 35 por ciento del cuerpo afectado con quemaduras de primer grado, en su mayoría en el torso, en la espalda y en la cabeza.

“Hoy estoy en la casa de amigos, pero tengo que volver a la mía. No tengo ninguna seguridad ni sé lo que puede pasar. Lo único que sé es que si hubiese sido yo el que hacía eso, voy preso. Me parece que las mujeres tienen sus derechos, pero nosotros también”, cerró.

La versión de la acusada

Tras la agresión, la Fiscalía acusó a la exesposa de la víctima por “lesiones leves calificadas” y ordenó la investigación del hecho. Referido a la imputación, las autoridades judiciales dijeron: “Está sujeta a evolución dependiendo de las curaciones de la víctima. Es decir que es una imputación provisoria”

Por su parte, la denunciada negó todas las acusaciones y aseguró que “tuvo que hacer lo que hizo” para “preservar su integridad”, ya que sostuvo: “No sé de lo que es capaz”. Según su relato, el hombre entró al domicilio de la mujer cuando ella no estaba “y se robó la silla de su hija porque todavía tenía la llave”.

“Me avisaron que estaban sacando cosas de mi casa, pero era él quien estaba adentro llevándose todo. Él iba a robar cosas y las tiene que devolver”, narró. “Niego haberle arrojado agua hirviendo y que estuvo en la casa en el horario que dice. Él da esa versión porque tuve que volver a hacer una denuncia y una exposición porque tengo miedo que él vuelva a violentar el domicilio, como ocurrió en otra oportunidad cuando estábamos casados”, aseguró.