"Mové el culo, mamita". Esa fue la frase que un conductor usó para dirigirse a una joven de Neuquén que intentaba cruzar la calle. Ella no dijo nada, él la siguió agrediendo y se cansó: agarró una piedra del piso y destrozó el parabrisas del vehículo. 

El episodio ocurrió ayer miércoles en pleno centro capitalino pasadas las 17, en calle Roca, cuando María retornaba a su hogar luego de una extensa jornada laboral en el hospital. 

El semáforo marcó luz roja para los vehículos y cuando intentó cruzar la calle, un Ford Ka blanco estaba tapando toda la senda peatonal: "El hombre estaba hablando por celular, le hice un gesto de que estaba tapando la senda e inmediatamente bajó la ventanilla del auto y me dijo: ́Mové el culo, mamita, no te dan las piernitas ́. En ese momento me quedé callada y el tipo siguió con su agresión diciendo: ´muy bien agachá la cabeza como debe ser", manifestó.

El conductor, lejos de ubicarse, continuó ofendiéndola por su condición de mujer, según sostuvo la muchacha: "No me aguanté más, estaba cansada, horas laburando para bancarme que me trate así un tipo que ni me conoce". Acto seguido, agarró una piedra que había en la calle y le reventó el parabrisas, "en ese momento me vino la cara de mi viejo diciéndome ́hija, vos siempre te tenes que hacer respetar ́". 

En un estado de descontrol el hombre se bajó del vehículo y se acercó a María: "Pensé que me iba a trompear, pero lo sorprendí porque le di un papel con mi número de teléfono y le dije: Si me llamas y me pedís disculpas sinceramente, yo te pago el arreglo del auto".

Aún con rabia y sin comprender el accionar de la joven, el hombre en silencio se subió a su auto y con el vidrio totalmente destrozado se fue.