Marcial Gil (46), hermano del exintendente caucetero Julián Gil, recuperó hoy la libertad tras la detención del pasado viernes, cuando la Policía lo allanó en Caucete y descubrió que había montado una carnicería ilegal y le secuestró dos armas de fuego.

Los hermanos Julián y Marcial Gil.

El sospechoso había sido apresado por el hallazgo de esas dos armas, una escopeta calibre 16 y un rifle calibre 22, por las que se le inició una causa en el fuero de Flagrancia. Hoy se llevó a cabo la audiencia de presentación, en la que el fiscal Cristian Catalano le imputó el delito de tenencia de arma de fuego de uso civil sin la debida autorización legal.

Durante la gestión de su hermano, Marcial Gil se desempeñó como Jefe de Compras

Como esa calificación comprende penas de entre 6 meses y 2 años (es excarcelable), Gil fue puesto en libertad por disposición del juez Eduardo Raed, quien además fijó fecha para el juicio: el 18 de este mes. Esto ocurrió porque el imputado, a través de su defensor Gabriel Silva, no aceptó el acuerdo de juicio abreviado que proponía Fiscalía.

Gil optó por no declarar ante el juez

Así, dentro de 10 días el acusado puede ser condenado, aunque, de ser así, la pena será leve y no de cárcel efectiva, explicaron fuentes judiciales. Cabe destacar que el sospechoso no tiene antecedentes condenatorios.

Hasta la fecha del juicio Gil debe cumplir con ciertas medidas que le aplicó el magistrado para asegurarse de que se someterá al proceso, como la obligación de presentarse cada 48 horas en la comisaría más cercana y la prohibición de salir de la provincia.

Las armas estaban en una de las habitaciones que utilizaba Gil para pernoctar, apoyadas en una mesa de luz junto a varias municiones

Pero la causa abierta en Flagrancia no es la única acusación a la que se enfrenta el hermano del exintendente. La jueza de Paz de Caucete, Luciana Salvá, lo tiene en la mira por la presunta carnicería clandestina que montó en el predio donde hay un hotel alojamiento en construcción, en La Plata y Rastreador Calívar (frente a la Bodega Arenas). Sin embargo, por esta otra causa también se encuentra excarcelado, confirmaron los voceros.

Unos 430 kilos de carne que podrían ser de caballo, balanzas, ganchos, freezers, máquinas moledoras, bolsas y otros elementos de carnicería le secuestraron al hombre el pasado viernes. Los pesquisas de la Policía Rural tenían el nombre de Marcial Gil entre ceja y ceja por presunto cuatrerismo. Cerca del mediodía de ese día, los investigadores se apostaron en las inmediaciones donde funcionaba la supuesta carnicería clandestina y la primera certeza llegó cuando interceptaron allí cerca el auto Renault 9 de un hombre que dijo ser de Rawson y que admitió que había salido del "local" de Gil. En el baúl, sin ninguna medida sanitaria, llevaba aproximadamente 70 kilogramos de carne que, según explicó, le habían vendido en ese lugar sin entregarle ningún comprobante o factura. Para peor, el hombre rawsino reveló a los pesquisas que la carne no era de vaca, sino de caballo, y les dijo que luego era mezclada con grasa y vendida a puestos de comida callejera.

Cuando los policías irrumpieron en el "local" estaba Marcial Gil con sus dos hijos mayores de edad. El hermano del exintendente nada pudo decir para justificar tremenda actividad ilegal. Según fuentes judiciales, además de que el comercio no está declarado ni inscripto como corresponde, no contaba con medidas de seguridad ni mucho menos sanitarias. 

Los aproximadamente 430 kilos de carne estaban congelados en varios freezers. Personal especializado en bromatología no pudo especificar en el lugar si se trataba de carne de caballo, por lo que se mandó a analizar y ese resultado aún no está, indicaron las fuentes del caso. 

La hipótesis de los investigadores es que hasta ese local llegaban comerciantes de casi toda la provincia, indicaron. Y que Gil faenaba los animales y les vendía la carne.