Ana Carrizo recordó que ya había cerrado todo y se aprestaba a ir a dormir junto a sus tres chicos (de 14, 10 y 8 años) sobre las 21 del lunes, cuando la sacudió una situación que no esperaba: un incendio. Salió a ver y se topó con que las llamas consumían el viejo Peugeot 504 que hace tiempo le habían dejado unos amigos porque no tenían donde guardarlo. Y de inmediato se le vino a la cabeza el desagradable momento que había atravesado un par de días atrás, el domingo, cuando detuvieron en la puerta de su casa a un chico de 17 años con el que su familia y otros vecinos tuvieron problemas en los últimos meses a causa de su adicción a las drogas, según explicó ayer.

"Me parece bastante llamativo que todo esto pase justo después de ese problema. Ese día, cuando la Policía se lo llevaba nos seguía amenazando, seguro que salió por ser menor. Cuando consume drogas se pone muy agresivo, amenaza, tira piedras y no es sólo a nosotros, acá en el barrio varios tuvieron problemas con él", dijo ayer la mujer.

El ataque incendiario ocurrió en la casa de Ana en la calle Monseñor Gallardo, en la Villa Centenario, en Chimbas. Y fueron los bomberos voluntarios de ese departamento los que controlaron las llamas e impidieron que pudieran extenderse a otros lugares, como el techo de machimbre de una vecina.

El caso es investigado en la seccional 17ma. de Chimbas, donde esperaban contar con la confirmación de Bomberos sobre la intencionalidad del siniestro para incluir ese informe entre las pruebas de la investigación sobre el caso.

"Es imposible que ese auto haya tenido algún problema eléctrico, es obvio que lo quemaron. Y acá con el único que tenemos problemas es con ese chico que está enfermo, porque se pone incontrolable cuando se droga, empieza a insultar y a tirar piedras. Espero que hagan algo con él y no esperen que haga algo que después todos tengamos que lamentar", dijo ayer la mujer, preocupada.

  • Ardieron varias colmenas en ASPA

Un incendio aparentemente originado por un cortocircuito en el tendido eléctrico aéreo del predio de la Asociación Sanjuanina de Productores Apícolas (ASPA), terminó generándoles grandes daños en la producción por la destrucción de varias colmenas, informaron ayer fuentes policiales y de los bomberos voluntarios de Santa Lucía. El hecho ocurrió minutos después de las 14 en la propiedad que la institución tiene en Roque Sáenz Peña, frente al asentamiento San Judas Tadeo, en Alto de Sierra. El siniestro fue controlado por Bomberos de la Policía, los voluntarios de Santa Lucía y personal de la municipalidad del mismo departamento, precisaron.