San Juan, 26 de Septiembre.- Después que la Justicia condenara a prisión perpetua por homicidio agravado por el vínculo a Carlos Limolle, la familia de la víctima se mostró conforme con la resolución. “Estamos conformes porque es lo máximo que se da, más allá que el daño no se reparará nunca más”, dijo en los micrófonos de Radio Sarmiento la hermana de Alba Pizarro, asesinada en 2010 a golpes por su esposo.

“Sentimos mucha culpa porque no hicimos, ella nos pedía que no nos metiéramos que tenía miedo. Le decimos a la sociedad que cuando vea, aunque sea un insulto, lo denuncie. El dolor e impotencia de no hacer nada no se va más”, agregó Erica.

La mujer explicó que tras el asesinato, sus sobrinos mayores se volcaron a las drogas y los ilícitos. “Son niños que están mal. Quedaron tan mal con lo que pasó que se metieron en la droga, andan en la calle y han delinquido sin querer, así fueron a parar al penal”, agregó.

La última mañana de su vida, Alba y Limolle venían en moto de Rawson hacia Capital a pagar boletas y ver en Tribunales a uno de sus hijos preso, pero en el camino Limolle se desvió hacia América y calle 18, Rawson, y mató a esa mujer con la que se había casado en 2001 en la cárcel, porque creía que así conseguiría una rebaja de pena.