Una serie de cartas con rimas de contenido sexual complican aún más la situación del cura Horacio Corbacho, el más joven de los sacerdotes imputados como autor de abusos sexuales y episodios de corrupción de chicos sordos en el instituto religioso Antonio Próvolo, en Mendoza.

 

En las últimas horas se conoció el escandaloso contenido de la serie de cartas que fueron encontradas en un baúl ubicado en la habitación de Corbacho. Se trata de correspondencia que intercambiaba con un diácono de Buenos Aires (R.J.J.G., según sus iniciales), y donde queda en evidencia la promiscuidad y el descontrol sexual que predominaba puertas adentro del instituto. Algunas tienen fecha de hace más de 12 años y además de los textos hay una gran cantidad de dibujos de órganos sexuales y personas desnudas.

 

Estos son algunos de los fragmentos de las cartas que recibía y guardaba Corbacho:

 

“Y aquí me pongo a cantar

al compás de un sordomudo.

Tené cuidado ahí adentro

a ver si te rompen el cu..

Me parece que la japonesa

está bailando la conga

en vez de que habla su acento

que te acaricie la por..

Y ya me voy despidiendo

de un amigo sin igual

que Dios nos bendiga a todos

Y por las dudas, tomá…”

 

Este fragmento puede leerse, aparentemente manuscrito por R.J.J.G, y al final del verso hay un dibujo de un hombre desnudo con una erección.

 

El autor de la carta desde Buenos Aires habla en tono socarrón de la institución (llamándola “Provolín” y “Provoludos” a quienes la integran) y menciona a la “hermana japonesa” (sería la monja Kumiko Kosaka, oriunda de Japón, quien trabajaba en el cuidado del albergue de niñas y una de las imputadas y detenidas) identificándola como “cheta, que se había criado en Barrio Norte (Buenos Aires)”. Menciona a un tal Rubimacho (según fuentes de la investigación, podría ser el apodo en broma de Corbacho).

 

“La hermana japonesa le pidió un consejo al contemplativo Rubimacho. y estando solos en el aula, Rubimacho le dijo a la hermana japonesa: ‘la apertura, la apertura es siempre el principio de toda obra’. La hermana entendió mal y su apertura fue de piernas. El latido del corazón del contemplativo era intenso, y su pierna del medio se elevó como un avión”, se lee en otro de los fragmentos.

 

Más adelante, en el mismo texto se refiere a Corbacho como “padre Corborracho” y habla de que andaba “buscando la botella”. Y permanentemente hace alusiones a actos y órganos sexuales (siempre en tono de broma).

 

Este es otro de los burdos versos que le dedica, titulado “El día que las monjas llegaron”, y que ocupa prácticamente una carta entera:

 

“Aquí me pongo a cantar

al compás de la bigüela

Si este año no te hacés cura

soplame bien esta vela

Pido a los santos del cielo

que iluminen mi pensamiento

lo pido por este momento

antes que sople algún viento

Un pajarón medio idiota

me a contado (dixit)

que llegaron unas monjas

será verdad

O qué bicho le a picado? (dixit)

Che Horacio, dejate de joder

si llegan algunas monjas

seguro que es pa’ coj…

Esta es tu gran oportunidad

dejá que el pájaro empiece a volar

que las hermanas vallan (dixit) pasando

por fin se dio una

antes que andarme pajeand…

Ya no sabía qué hacer

en este gran Instituto

si esto seguía así

terminaba como un pu…

Pero el señor me escuchó

y me sacó de la modorra

Espero que las hermanas

me muestren su gran cotorra

Ya los curas oxidados

terminaron su lenteja

Por fin la congregación mandó

unas monjitas pendejas.

Los coros están preparados

los mudos cantan como bandana

mientras una monjita mueva

me tocará la campana

Qué bueno es estar en este teloh (dixit)

Porque así se parece

Ahora llegará la noche

y la hermanita recibirá lo que se merece

El hermano que habla en latín

hablará más idiomas

Sacudirá bien el ganso

para que una monjita se lo coma

Qué alegría cuando me dijeron

vamos a la casa del Señor

rezando la liturgia de las horas,

ahora estamos todos en bolas

Que venga laudos y vísperas

que a la noche la hacemos

todas completas

Yo te muestro mi chorizo

y vos me mostrás las tetas

Meta saca y ponga

y hací (dixit) se hizo el milagro

Los mudos hablaron todos

las monjas se hicieron la fiesta

Prendé de nuevo la vela

o si no agarrame esta”.

 

También el autor de las cartas le pide a Corbacho que se cuide “de la gatita bigotuda” y reconoce que los seminaristas “se divierten más mirando pornografía en la compu por internet”.

 

“Che, ¿nunca pasó una pareja por ahí con un auto y pidió un turno? Porque ese lugar donde estás vos parece un albergue transitorio”, bromea más adelante.

 

Fuente: Los Andes