El instinto natural por defenderse o la propia suerte hizo que un joven trabajador se salvara de la muerte o de una herida realmente grave. Y es que dos ladrones lo asaltaron el jueves a la noche para robarle su moto en una calle oscura de Rawson y, como éste se defendió revoleando su casco, le largaron tres balazos. Milagrosamente no lo mataron, pero uno de los disparos le atravesó una mano en el intento por cubrirse.

Pudo ser mucho peor para Iván Milla (24), pero al final se salió con la suya y no le robaron esa moto 150cc que ocupa todos los días para ir a trabajar. Ayer, el muchacho que es padre de un nene pequeño, se hacía estudios para ver las secuelas que podría dejarle el proyectil que le atravesó la mano izquierda.

Su familia relató que Milla fue atacado el jueves a las 21.30 cuando se dirigía a trabajar como playero a una estación de servicio de Rawson. El vive en un barrio cerca de Médano de Oro y habitualmente, para ir al trabajo, debe cruzar una villa y tomar calle Progreso. Lo que dijeron es que el joven transitaba por Progreso, cerca de Putaenado, y ahí le aparecieron dos sujetos que le hicieron señas para que parara la moto. Él se detuvo y escuchó que uno le grito: ‘dale cul… bajate de la moto’, encañonándole con un arma de fuego.

En vez de asustarse, Milla tomó coraje y los enfrentó dispuesto a no entregarles su rodado. Fue así que retiró la llave de la moto, la metió al bolsillo y se sacó el casco. Después, con el mismo casco empezó a pegarle a uno de los ladrones.

El otro delincuente, asustado porque también se le iba encima, abrió fuego. El playero escuchó tres disparos y sintió que uno le impactó en la mano. En medio de la confusión, los asaltantes salieron corriendo.